Eva

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Miro a Óscar, pero él no me mira a mí de vuelta. Su madre no parece entender lo que pasa y sigue con lo que fuera que estaba haciendo. Mi rabia aumenta por momentos, ¿por qué narices no me había dicho que tiene novia? Hay un silencio incómodo y espero una respuesta por parte de EDDisplay, que sigue callado, esta vez mirando al suelo. Es decir, a mí no me importa que tenga novia, lo que me molesta es que haya estado ligando conmigo mientras y hasta me haya llevado a la cama. Subo entonces a la habitación en la que iba a dormir y me encierro a procesar todo esto. Desde la silla de la habitación oigo a Óscar y a su madre gritándose, pero la culpa no la tiene ella. No me salen las lágrimas, no soy capaz de llorar ni un poquito, sólo puedo pensar en ello mientras me imagino cómo de perfecta será esa tal Eva.

Decido salir de la habitación y buscar a Óscar, que también se ha metido en su cuarto. Entro y lo encuentro sentado en su cama con las manos en la cabeza. Yo cierro la puerta tras de mí.

-¿A ti qué coño te pasa? -Le digo-.

Él me mira, pero no dice nada.

-¿Por qué no me habías dicho que tenías novia?

-No quería hacerte daño.

-Pues me lo has hecho, y mucho más que si me lo hubieras explicado desde un principio.

-Pero tú me gustas, no quiero perderte, este tiempo contigo, aunque haya sido poco, he estado muy bien.

-¿Y entonces por qué sigues con tu novia si te interesa otra?

-No lo entiendes

Entonces mi ira aumenta, Óscar se levanta y se acerca para abrazarme.

-¡¡No te acerques!!- le grito, a la vez que le empujo- ¡¡me quiero ir a mi hotel!!

-Pues como no te vayas andando-bromea-.

Siento que voy a explotar, ¿ahora tampoco puedo volver al hotel?

Son cerca de las 21:30 y la madre de Óscar nos llama para la cena. Yo ni siquiera lo miro, no quiero ponerme a llorar delante de él y de sus padres. Nos sentamos todos a la mesa y empezamos a comer nuestros respectivos platos de comida. Hay un silencio bastante incómodo, noto cómo la mirada de EDDisplay se clava en mí de vez en cuando, pero yo no le voy a devolver la mirada. No esta vez. La madre de Eddi rompe el silencio.

-Ariel, ¿te pasa algo? Estás muy callada.

-¿Te encuentras mal?-Dice su padre.

-No, no pasa nada, me duele un poco la cabeza- respondo yo.

Óscar sigue centrado en su plato de comida, sin mirar a nadie. Ya decía yo que todo era demasiado bonito para ser cierto. Este chico de increíbles ojos marrones, casi negros, profundos, llenos de sinceridad, de preciosa sonrisa, con esa voz tan suave y agradable de oír, me había engañado. A mí y a su actual novia Eva, a la una con la otra. Aunque desgraciadamente, en este caso, "la otra" soy yo, y eso me llena de rabia. Tengo suerte de que no había mucha cantidad de comida en mi plato y me lo acabo rápido sin problema.

-Creo que voy a subir a dormir ya, estoy un poco cansada -digo en voz baja-.

-Por supuesto, cielo, mejórate

Ángela, la madre de Óscar, es muy amable conmigo, y bastante agradable. La miro con mirada agradecida y cansada y subo al cuarto de baño a prepararme para dormir. Mi cara está más pálida de lo normal, y mis ojeras siguen donde estaban. Me lavo la cara y los dientes e inmediatamente me voy a mi cuarto, cierro la puerta y me tumbo en la cama. Tengo mucha ira dentro de mí, mezclada con incertidumbre y decepción. Finalmente rompo a llorar en silencio. Puede parecer una tontería, pero a mí Óscar me gusta de verdad, y no es por el tema de youtube, yo ni siquiera lo seguía por sus vídeos demasiado, pero era tan atento y considerado conmigo que pensé que podía llegarle a gustar yo a él. Rendida, al final me duermo.

No siempre el destino acierta... o sí (EDDisplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora