No siempre el destino acierta... o sí (EDDisplay)

¿Sal... seo?

Me despierto un poco tarde. Aquí no ha venido ni Dios. O eso, o Pervinca ha venido y tenía un sueño tan profundo que no me he dado ni cuenta. Entonces me acuerdo de que tengo el número de EDDisplay, y bueno, ya ha llegado la hora de hablarle.

Hola :3 soy Ariel

Le saludo. Espero, mis nervios van raros, pero qué queréis, es EDDisplay. Simplemente espero mirando la pantalla de mi móvil como una tonta. Entonces se conecta. Aw God.

Hola, Ariel!!

Me responde de vuelta. Dios, ¿qué le digo? Ya es que me da hasta vergüenza, dos veces que me ha visto, dos que estaba torpe. Una por dejar que me secuestren y otra por caerme en sus narices. Pero voy a decirle de quedar. Será lo mejor.

Oye, Óscar, necesito agradecerte que te hayas portado tan bien conmigo sin apenas conocerme... qué te parece si quedamos y te invito a algo? :D

Y vuelvo a mirar la pantalla esperando una respuesta.

Me encantaría!! Ya era hora de que te abrieras, no? xD no me hacías ni puto caso, cuándo quieres quedar?

YA. AHORA MISMO, EDDI. (Vas a parecer desesperada, tonta) me dice mi subconsciente. Y tiene razón. Como vaya así lo asusto.

Pues, qué tal en media hora? Donde tú me digas.

Vale, ha sido relajado. Voy ganando puntos.

Si quieres voy a recogerte a tu hotel, era... Vincci Gala?

¡Se acuerda!

Exacto, en media hora estoy en la puerta, ¡hasta luego!

Hasta luego, preciosa

Vale, en media hora no me preparo ni de coña. O sí. Tendré que ponerme a prueba. Me meto corriendo en la ducha e intento no tardar demasiado.

Cinco minutos, no está mal. Me acerco a la maleta y saco unos shorts que siempre me han gustado mucho, una camiseta roja con cuello ancho para que caiga por uno de los hombros y un lazo para el pelo que he traído. Pero... no, el lazo va a ser excesivo. Mejor lo vuelvo a dejar.

Me acerco al espejo y me seco el pelo con el secador en plan rápido, ayudándome con un cepillo para alisarlo un poco, me pongo eyeliner, pintalabios rojo y colonia.

Me pongo unas converse rojas a juego con la camiseta y lista. Aún me quedan 5 min, así que recojo un poco la habitación y bajo a esperar.

No me hace falta porque ya está él abajo. Va con unos vaqueros, una camiseta de Pink Floyd (la misma que llevaba cuando lo del "secuestro", sí) y una gorra. Ahora me da cosa salir. Pero, qué cojones, venga, Ariel, fuera.

-Hola- saludo con una sonrisa-.

Él se gira y me mira.

-Buenas tardes- me devuelve el saludo con esa voz que tiene y una sonrisa mayor que la mía- vas muy guapa.

- Bueno, es que eso de que te secuestren y te comas el suelo hasta rajarte los leggins desfavorece mucho, ¿sabes?

Él se ríe.

-Ven, vamos a tomar algo.

Me limito a seguirlo, donde vaya él, voy yo. Parece casi tan nervioso como yo, lo cierto es que no habla mucho. Pero no me había fijado en un detalle...

-¿Te has cortado el pelo, Óscar?

Se gira y me mira.

-Sí, ¿ahora te das cuenta?-se ríe más y me pongo colorada. ¿No me había dado cuenta hasta ahora o qué?-.