El frío siempre le recordaba al dolor, le recordaba a los malos tiempos donde lo torturaban y trataban como basura. Era difícil no asimilar la sensación de dolor con las bajas temperaturas.
Por eso a veces despertaba completamente sudado sobre su cama, recordando que ya no estaba en el hospital. Logrando que su corazón dejara de latir tan insistentemente y que sus ojos se adecuarán para que reconociera que su cuarto de ahora no era el mismo de antes.
Suspirando Yoongi se levantó, en la cama contraria dormían tranquilamente Jimin y Jungkook, los dos durmiendo juntos, Yoongi sonrió antes de levantarse y caminar hacia el cuarto de Seokjin y Namjoon.
Pero apenas estuvo fuera del cuarto algo le llamó la atención, su cuerpo entero tembló con la mano rozando la perilla, la cual estaba tan caliente que se comenzó a derretir, y fue cuando el metal líquido cayó en el suelo que notó un charco de sangre proveniente de la habitación.
Apenas lo vio comenzó a sentir el fuerte aroma de la sangre y tapó su nariz con su mano antes de retroceder temblando. Se quedó congelado en su lugar hasta que un fuerte grito lo hizo saltar.
Seokjin, Seokjin estaba en peligro.
Sin pensarlo corrió donde provenían los gritos, quedando frente a la entrada del balcón, sintió su respiración detenerse y su corazón comenzó a martillar sobre sus orejas.
Seokjin estaba en suelo sin vida.
Su cuerpo entero comenzó a temblar mientras el frío se hacía más fuerte, todo mezclado con las horribles sensaciones de golpes sobre su piel, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras seguía el rastro de la sangre y veía las manos del asesino.
Yoongi. Sálvame.
Despertó con los ojos aún cerrados y sus oídos concentrándose en el canto de las aves.
Durante las mañanas siempre había una suave brisa que lograba despertarlo, y era un tipo de frío que lo hacía sentir cómodo, así que Yoongi no podía evitar suspirar de alivio antes de abrir los ojos.
Su cuarto tenía una hermosa vista al lago y normalmente eso lograba calmarlo en las noches, y en las mañanas como estas agradecía poder ver cómo los animales nadaban sobre este y las aves pasaban sobre el ventanal.
Suspirando se levantó y camino hacia la cocina para preparar su desayuno, Jungkook dormía en el sofá con la televisión prendida y una taza en su mano, Yoongi le quitó la taza y lo rapó con una de las mantas, el chico probablemente había despertado más temprano que él.
Mientras calentaba su café tachó otro día en el calendario, suspirando al ver que ya llevaban un año y un poco más de completa paz, las fechas importantes como Navidad y Año Nuevo acercándose, y con lo mismo la posibilidad de que llegara el frío.
Suspirando al recordar las fechas heladas buscó su teléfono y le escribió a Max para que la próxima vez que viniera le trajera pastillas para dormir.
Ahora que no tenía a Namjoon para calmarse debía recurrir a las drogas, y es que si no lo hacía sus pesadillas se volvían demasiado fuertes y reales, y de alguna forma debía calmar su mente o iba a enloquecer.
"Hyung" Yoongi alzó su vista al ver el rostro adormilado de Jungkook, una sonrisa apareciendo en su rostro cuando el menor lo abrazó aún medio dormido "Tengo hambre"
"¿Quieres que cocine algo?" Preguntó mientras acariciaba su pelo y Jungkook asintió, Yoongi no pudo evitar sentirse afortunado de aún tener al menor a su lado.
Cuando Jungkook se separó pudo notar lo alto que era ahora el menor y se preguntó en qué momento lo había pasado. Sintiéndose bastante triste al recordarlo cuando era más joven.
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Lotto
FanfictionContinuación de Cerezo. [TW:Mención de muerte, desórdenes alimenticios, maltrato físico y psicológico, abuso de sustancias, entre otros. Por favor si eres sensible ante este tipo de temas te pido que te abstengas de leer la historia.]