Parte tres : Caída
Yoongi sabía que Seokjin fue enviado al hospital mucho después de haber descubierto sus poderes, el mayor le contó que la primera vez que los usó fue a los catorce recién cumplidos, había ocurrido un incendio en la cabaña que arrendaron para la fiesta y Seokjin congeló todo para sacar a su familia.
Seokjin recordaría la hazaña como la mejor de su vida de no ser porque no alcanzó a salvar a alguien.
Esa noche un incendio ocurrió por una fuga de gas, su hermana mayor había ido a la cocina y no alcanzó a parpadear cuando la explosión ocurrió, estando ella tan cerca fue imposible sacarla.
Seokjin aún tiene pesadillas con los gritos de la mayor. Pero aún así, a su familia no le importó, lo que les importó fue que vieron un posible héroe en la familia y decidieron criarlo en secreto para que fuera la gran sorpresa cuando el menor tuviera 18.
Y es que los Kim no presentaban a sus hijos hasta que se aseguraran de que estos fueran normales. Por lo que sería una gran sorpresa cuando lo presentaran como un futuro héroe.
O lo hubiese sido si Seokjin no hubiese enloquecido.
Así lo clasificó su familia cuando a los 16 comenzó a usar sus habilidades para escapar de la mansión donde lo tenían encerrado y robar lo que quisiera. El límite pasó cuando comenzó a robar medicamentos para drogarse.
Y Seokjin no pudo evitarlo, era la única forma en que podía dormir sin pensar en su hermana entre las llamas.
Pero su familia no lo vio así, lo vio como un demente y con lágrimas en los ojos lo enviaron lejos de su hogar.
Pero no tenían lágrimas por haber perdido a su hijo, todo lo contrario, las lágrimas eran porque habían perdido su mayor jugada empresarial, y Seokjin estaba consciente de eso.
Yoongi se miró a sí mismo en el reflejo de su café y se preguntó en porqué su mente no dejaba de pensar en Seokjin.
Hacía mucho que no lo veía, y cada vez que escuchaba las noticias su corazón latía lleno de ansiedad. Preguntándose donde estaba el mayor y si estaba bien, si estaba sano, o si había vuelto a caer en sus adiciones.
Después de lo que le pasó a Hoseok y Jimin, Yoongi estaba seguro que donde quiera que estuviera Jin él estaría cargando con el peso de los dos menores.
Y es que lo sabía, lo conocía tan bien que sabía que Seokjin se torturaba cada día por ello.
Porque pudo salvarlos, pudo haber evitado que esa bruja los tomara y se los llevara de vuelta al maldito infierno y-
"Hyung"
Yoongi alzó la vista, atento a las palabras del menor, Jungkook solo apuntó a su servilleta y Yoongi suspiró al ver las pequeñas llamas en ella, sin pensarlo mucho la tomó y la hundió en el café.
Y conociendo al resto, podía estar casi seguro que Jimin se negó a irse, sabiendo que quizás si lo tenían a él, no iban a buscar al resto.
Pero aún lo hacían, antes habían rumores de quienes eran los buscados, ahora sus rostros llegaron a aparecer en las noticias, Yoongi no tenía idea de qué fue del resto, y ahora solo se preocupaba de que Jungkook no se metiera en problemas.
El menor también parecía completamente asustado, iban de hostal en hostal, no se quedaban más de un día por miedo a ser reconocidos, con un poco de suerte Yoongi había logrado robarse un viejo auto de alguna casa, olía a anciano y estaba seguro (deseaba) que el dueño no lo usaba hace décadas... Y bueno, cambiando las placas podía ir sobreviviendo por un tiempo.
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Lotto
FanficContinuación de Cerezo. [TW:Mención de muerte, desórdenes alimenticios, maltrato físico y psicológico, abuso de sustancias, entre otros. Por favor si eres sensible ante este tipo de temas te pido que te abstengas de leer la historia.]