CYBER-T3RR0R¡STA (SINB/Eunbi X Tu) GFRIEND / VIVIZ

< 01 = "Anonymous Seoul" >

Tras abandonar la escuela, tomé el metro y después un autobús que me llevara hasta el sur de la ciudad.

Durante todo el viaje no pude dejar de pensar en los posibles sentimientos que mi única amiga parecía haber desarrollado hacia mí, porque sólo la puedo ver como camarada del desastre, confidente y una gran amiga. Sí, le tengo mucho cariño, pero simplemente no me cabe en la cabeza el hecho de besarla, mucho menos comprometerme con ella de por vida.

Caminé por varios callejones desolados hasta llegar a la casa pequeña con jardín, "a simple vista". El laboratorio de la organización para el que Jin y yo trabajamos. Subí a un árbol para saltar la barda, luego me deslicé lo más rápido que pude hasta la puerta, digité mi NIP individual asignado en la pantalla.

Era de esperarse que el encargado de vigilar la entrada no se diera cuenta, el tipo estaba sumergido en su dorama favorito.

Entré al salón que alberga nada más, nada menos que treinta y un equipos de cómputo, ordenados en fila de siete sobre cada pared, cuatro en el centro junto a los racks y servidores. A duras penas se podía caminar entre esa hilera de máquinas y cables. El recinto estaba completamente solo.

Me acerqué a una de las viejas máquinas con torre.

—¡¿Qué haces aquí, niño?!

Convulsioné del susto.

—¡No soy un niño, Lisa-ssi!

Giré hacia la maldita tailandesa. Obviamente no la vi sola, también venia el que se supone que vigila la entrada.

—Como digas, e-boy...

Gruñí. No me gusta que me llamen así.

—Vas a decir que haces aquí cuando nadie te mando a llamar, o haré que Jay te saqué la reputa a golpes.

—Encantado. —Crujió los nudillos, sonriente. Típico de simios emperifollados con tatuajes—. De paso te haré pagar por gracioso.

—Necesitó recoger todo el expediente de Donghae. ¡Ya!

—¿D-de qué hablas, Shin? —Preguntó Jay Park entre risas de ironía—. Aún no hay suficiente evidencias para comenzar actuar. ¿Y dónde está la metalera?

—Hyunjin aún sigue en la escuela. —Aun me resultaba incomodo llamarla con el nombre del matón.

Muy encantada de acompañarme, sí, pero no tanto cuando se trata de rescatar sus calificaciones por faltas, más bien, por ser demasiado respondona.

—De todas maneras no necesito de su ayuda, ni la de ustedes... Yo solo puedo infiltrarme y clonar esos sitios.

—Pues demuéstralo... Hazlo. —Me retó Lisa.

Me senté enfrente de la computadora y lo encendí.

'Que cosa tan lenta'.

Los dedos de la mano que sostenía el mouse no paraban de golpear la superficie al ritmo de una canción, tratando de controlar la presión.

Tardé alrededor de un par de horas para lograr obtener documentos, audios, videos y datos usando algunos métodos de algoritmos tradicionales, tecleando sin despegar ni un solo momento la vista de la pantalla, concentrado en líneas de código e interfaces. Lisa y Jay estaban observando con detalle cada acción que hiciera dentro del sistema como fuera y más afuera (gestos corporales).

—¡Listo!

Jay me golpeó fuerte en el brazo.
—¡Hazte a un lado!

Me forzó a quitarme de la silla. Se sentó y comenzó a analizar la pantalla.