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Capítulo 4: el estallido

Harry sabía que tenía que bajar a cenar, pero no tenía idea de a quién se enfrentaba. Draco había mencionado a algunas personas, pero solo se nombró a Blaise. Hasta donde él sabía, Theo era el único hombre de su edad involucrado. Harry nunca se había llevado bien con ninguno de ellos, por decir lo menos. Se le recordó que estaría en Londres ese fin de semana y vería a sus propios amigos. Y que podría tenerlos aquí, aunque se mostró reacio. Todavía tenía que averiguar cómo contarles sobre esto, y tampoco sobre su contrato matrimonial. Sabía que Neville, los gemelos y Hermione serían buenos, pero tenía sus dudas sobre Ron y los demás. Ni siquiera había salido del armario hasta hace poco, y saber que se iba a casar con un Malfoy sería un shock.

Harry se dirigió a regañadientes al comedor, preparándose para lo peor. Nunca había pensado que una pintura sería la mejor compañía que podía pedir, especialmente una pintura de Malfoy. Pero ahora mismo, se conformaría con eso.

Harry gimió mientras entraba al comedor. "Perfecto."

Draco miró hacia arriba. "Traté de invitar a Pansy y Millie a agregar diversión, pero estaban ocupadas".

Harry sonrió. "No les di suficiente crédito, parece que tienen mejor gusto de lo que pensaba".

A Greg no le hizo gracia. "No nuestro, bueno Draco, tipo."

Vince asintió. "Como él dijo."

Harry miró a Blaise. "¿Los dos comparten un cerebro?"

Blaise en realidad se rió levemente. "A veces creo que sí".

Draco le lanzó una mirada a su mejor amigo. "¿Estás de acuerdo con un león?"

Blaise se encogió de hombros. "Nada que no hayas dicho antes."

Vince se dio cuenta. "Oye."

Greg estaba molesto. "Eso fue un insulto".

Harry rió. "Te tomo bastante tiempo."

Draco apretó los dientes. "Más inteligente que tus pequeños seguidores".

Harry sonrió. "Solo estoy molesto porque Hermione te mostró una vez más."

Blaise intentó calmar a Draco. "Es divertido y un poco atractivo, podría hacerlo peor".

Escupió Draco. "Puedo conseguir que mi padre te adopte de sangre, y tú puedes casarte con él".

Lucius miró a su hijo. "Tú y yo hablaremos después de la cena."

Harry estaba regodeándose, hasta que consiguió una mirada tanto de Remus como de Severus. No sabía lo que esperaban, sabían lo que sentía por las serpientes. No era exactamente cómodo tener que sentarse con los cuatro. Se recordó a sí mismo que pronto vería a los gemelos, y estaba seguro de que algunos de los otros también. Todavía no tenía idea de por qué tenía que pasar el verano aquí, Lucius no le iba a gustar más. Tendría que casarse con el hombre algún día, así que a quién le importaba realmente. Pero tampoco estaba ansioso por tener que vivir en Grimmauld.

Draco no estaba contento cuando su padre lo hizo acompañarlo después de la cena. Sabía que tenía suerte, su padre no era de los que se enojaban frente a los demás. Sabía que Blaise y los otros dos se estarían riendo, y Harry también.

Lucius miró a su hijo. "Te he enseñado mejores modales que esto".

Draco guisó. "No me casaré con él".

Lucius le recordó. "Te aseguré que no te obligaría".

Draco gruñó. "Me está incitando."

Lucius se rió. "Te has enfrentado a más".