Lucy Ketchum, hermana mayor de Ash Ketchum, maestra pokemon.. Viaja a Alola a visitar a su hermano y empezar otra aventura luego de haber ganado la liga kalos y anteriormente kanto, junto con su compañero zoroak y su equipo. Toda ella es una caja de...
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"APRENDER POR EXPERIENCIA"
— Chicos ya pueden salir — anuncio Lucy, con un tono un poco mas alto, para que sus pokemon la escucharan desde sus pokebolas.
No necesitó decirlo dos veces, ya que estos desde hace un rato habían estado escuchando la conversación, con mucho mas interes al escuchar sobre los pokelitos, y es que estos en el momento en que terminaron de cocinarse estaban mas que emocionados por comerlos justo en ese momento, mas al saber que deberían esperar todo un viaje en barco, debieron de aguantarse hasta que embarcaran y llegaran a la cabaña, por lo que en un segundo ya estaban todos fuera sentados unos al lado de otros esperando su pokelito favorito.
Kukui al ver al resto de los pokemon abrió sus ojos a mas no poder, la variación de los tipos de pokemon que tenia era sorprendente, no conocía a ninguno de ellos excepto a uno y que mas decir que ese pokemon tambien era bastante raro por el simple hecho de que estos eran, la mayoria antisociales, no les gustaban las personas y solian vivir en lo profundo del bosque, al igual que tenía un Sylveon que era la evolución más rara de evee, contando al Zoroark, otro pokemon bastante fuerte y tampoco demasiado comun, era demasiado sorprendente.
— Okey, okey se que tienen hambre de pokelitos, ya se los doy, paciencia — la oji-cafe sonrió a sus pokemon que estaban bastante inquietos, ya que si bien Lucy cocinaba a menudo, no era tanto como ellos quisieran.
— Primero, toma zoroak este es el tuyo — le dio un pokelito al pokemon que se encontraba a su derecha.
— Zoro — respondió este en agradecimiento y con bastante emoción muy mal oculta, ya que si bien era entre todos sus compañeros el mas serio, cuando se trataba de estar en frente de desconocidos, no podia ocultar su alegría y emoción de poder comer sus pokelitos favoritos y mas sabiendo que eran de su entrenadora que cocinaba exquisito, aun estando Kukui ahí.
— Sylveon — siguió pasando los pokelitos. — Houndoom — sonrió al ver al pokemon perro moviendo su cola de la alegría, si bien era muy imponente a la vista y en las batallas llegaba a ser bastante agresivo algunas veces, con sus amigos y seres queridos, era el más tierno.
— Meowstic — le pasó al pokemon macho el postre, este comió su pokelito despacio y calmo, a pesar de estar ansioso.
— Leafon, aquí tienes el tuyo. — dijo pasandole a su quinto pokemon. — y por ultimo pero no menos importante mi querido boltund — le dio uno de los ultimos pokelitos para pokemon que quedaban. Riendo levemente ante su alegría. — boltund, boltund, boltund — su cola era apenas visible para la vista de lo rápido que se movía, y como es boltund se lo comió tan rapido que en menos de un segundo ya habia desaparecido.
El profesor kukui seguia un poco asombrado, aunque debería de haberlo esperado, sabiendo ya que viene de otra región al igual que Ash, con quien también se sorprendió al ver a Pikachu.
