La ascensión

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"Ese pude haber sido yo" era el pensamiento que martirizaba a He Xuan cada vez que un dios ascendía. Conforme el temblor empeoraba, él siempre ahogaba con comida todas esas vocecitas que le gritaban que ponga en marcha su plan y cobre venganza.

Normalmente, después de un par de minutos todo volvía a la normalidad, pero este temblor empeoraba cada vez más. A He Xuan poco o nada le hubiera importado de no ser porque algunos platos de su mesa empezaron a caer y el palacio del señor de la tierra a crujir sospechosamente.

Por curiosidad decidió salir, no porque le preocupara que el palacio cayera encima de él, no, él era una calamidad suplantando un dios, pero si podía evitar el mal rato... no estaba mal.

Mientras salía logró oír el primer estruendo, y luego varios más. Apresuró el paso y logró ver... nada.

Nada.

El palacio de Nan Yang que estaba justo en frente de su palacio ya no estaba. El campanario detrás del palacio de Shi WuDu tampoco, varios edificios estaban cuarteados y había grietas en las calles.

He Xuan parpadeó lentamente. Estaba sorprendido. Quien quiera que haya ascendido era una persona excepcional, como mínimo. -QingXuan debe saber qué sucedió-, susurró para sí mismo.

-¡Mingxioooong!

Hablando del diablo...

He Xuan enarcó una ceja en dirección a la chica.

-¡¡Me voy una semana y es justo cuando pasa algo interesante en los cielos!! Vine en cuanto supe el desastre que provocó su alteza. Para ser sólo un dios de la basura es increíblemente poderoso. Yo no recuerdo qué hice cuando ascendí. Estaba borracho. ¡Pero definitivamente no llegué a derrumbar edificios! jajajaja Ming-xiong... ¿tú recuerdas cómo ascendiste?

He Xuan sintió un sabor a bilis del desprecio que a veces le generaba la superficialidad de Shi QingXuan -No. ¿Qué alteza? ¿Quién es el que ascendió?

-Tch, aburrido-. Shi QingXuan cubrió su rostro con su abanico ocultado su sonrisa - ¡La matriz de comunicación arde! Por lo que escuché, quien ascendió es un antiguo príncipe. Según los rumores es la tercera vez que asciende. Primero lo hizo como un dios marcial, cayó en desgracia, volvió a ascender como dios marcial para terminar siendo desterrado menos de una hora después y esta vez es un dios de la basura. Se llama Xie Lian. Es conocido como Su Alteza Real el Príncipe Heredero y es uno de las cuatro leyendas celestiales, así como Yushi Huang, Pei Ming y yo, él es...

-Su alteza que complació a los cielos- terminó He Xuan.

-¡Si! ¡Es toda una leyenda! No puedo esperar para conocerlo. Me pregunto si lo podemos encontrar en el palacio de Jun Wu.... Por lo que oí Ling Wen...

Blablablablabla Shi QingXuan no iba a notar que He Xuan no estaba poniendo atención a su perotata así que podía pensar tranquilo. Xie Lian...Ese nombre lo tenía grabado a fuego. Quien diría que la misión más molesta que tenía que cumplir para el odioso de Hua Cheng terminaría tan abruptamente. Por primera vez en décadas pudo sentir una sonrisa en su rostro.

-QingXuan, tengo que hacer algo. Nos vemos más tarde.

-¿Ming-xiong? ¡Espera! ¿No quieres que te acom...- He Xuan se dio la vuelta y no alcanzó a oír el resto, caminando a paso rápido hacia su palacio, para ir lo más pronto posible a la Ciudad Fantasma.

Shi QingXuan se quedó con las palabras en la boca...He Xuan ya estaba lejos para cuando terminó de darse la vuelta -Ah... te extrañé tanto y ahora te vas así ¿Quién te entiende?-. susurró molesto, se dio la vuelta y siguió hacia el palacio principal.

Mientras se acercaba al palacio de la tierra He Xuan abrió la matriz de comunicación con Hua Cheng. Había dos opciones para hacer esto. La primera era cumplir con su trabajo y ser directo, diciendo lo más importante a través de la matriz, y la segunda... divertirse un poco a costa de Hua Cheng.

-Hua Chengzu.

-¿Hmm?- una voz aburrida respondió.

-Tengo novedades. Un nuevo dios acaba de ascender.

-¿Otro? Tch, son como cucarachas, lo único que hacen es multiplicarse ¿Solo eso?

-No. Esta cucaracha es muy interesante.

La matriz de comunicación se quedó en silencio unos segundos.

-Ven a Ciudad Fantasma.

-Estoy en camino.

Unos minutos después He Xuan se quitó el disfraz de Ming Yi en la cabaña que usaba como puente entre los cielos y Ciudad Fantasma, y de allí hizo una nueva matriz de transportación hasta Mansión Paraíso.

Había una razón por la que había decidido venir personalmente a darle la noticia a Hua Cheng. He Xuan sabía del crush que tenía la calamidad con ese dios olvidado. Le sorprendía que aquel hombre siguiera vivo después de 800 años, cualquiera se hubiera rendido, pero a lo mejor también tiene una motivación para vivir, pensó He Xuan.

Cuando llegó al salón principal de Mansión Paraíso, Hua Cheng estaba sentado en un diván, con un grupo de fantasmas femeninas bailando en frente de él.

Hua Cheng lo miró con el mismo aburrimiento con el que miraba a las chicas. -Bien. Estábamos hablando de la cucaracha ¿Qué tiene de importante?- 

Durante los siglos que llevaba fingiendo ser el dios de la tierra, actuar natural no le había sido tan difícil como en aquel momento. Tenía una necesidad enorme de empezar a reírse de Hua Cheng, pero había que esperar...

-Destrozó la ciudad celestial-. Mencionó He Xuan. Hua Cheng alzó las cejas sorprendido. 

-Derrumbó varios palacios, el campanario, destruyó las calles-. La sonrisa de Hua Cheng era cada vez más grande.

-¿Quién es ese sujeto? Ya me agrada -dijo riendo por lo bajo- ¿Es un hombre, una mujer?

-Un hombre. Ascendió como inmortal de la basura.

-Ridículo.

-Pero esta es su tercera ascensión. -La sonrisa de Hua Cheng se congeló. -Anteriormente fue un dios marcial -Hua Cheng se puso serio-, príncipe heredero de un reino extinto -las mariposas alrededor del salón se paralizaron y Yin Yu entró y sacó a todas las bailarinas y sirvientes del lugar. He Xuan miró a su alrededor e hizo una pausa dramática mientras chequeaba la matriz de comunicación de los cielos. Hua Cheng ya había dejado de mirarlo, miraba a un punto fijo. Era el momento de darle el golpe.

-La cucaracha en cuestión es nada más y nada menos que su alteza que complació a los cielos... también conocido como su Alteza Real el Príncipe Heredero, Xie Lian.

Aguas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora