El calabozo de Mansión Paraíso

1K 117 132
                                    

He Xuan supo que era hora de empezar con su plan el día en el que después de comer hasta sentir que explotaba se recostó en un diván frente a Shi QingXuan, quien, en su forma de mujer, dormía su borrachera. Unos rizo suaves en marcaban su rostro, la tela de su ropa destacaba las curvas de su cuerpo y su amplio escote la voluptuosidad de su...

-Mingxioooong~

He Xuan desvió la vista hacia su rostro.

- ¿Qué?

-Hehehe acabo de recordar algo gracioso- dijo, levantando su cabeza y pecho levemente del sillón.

He Xuan enarcó una ceja.

-Es sobre Su Alteza- respondió Shi Qing Xuan, tan serio como la borrachera se lo permitía.

He Xuan entrecerró los ojos y cambió su semblante. Shi QingXuan lo miró unos segundos antes de empezar a reír.

- ¡Lo sabía! ¡Te gusta su alteza! ¿Por qué no me lo dijiste? ¡Tuve que adivinarlo! Hihihihi- Shi QingXuan se desplomó sobre su espalda. Sus túnicas estaban tan desordenadas que una de sus piernas estaba libre de ellas. El señor del viento rio un rato antes de quedar dormido de nuevo.

Mientras la veía indignado, un pensamiento saltó en su cabeza: "idiota, la comida de esta taberna no es lo único que quiero devorar".

Cuando se dio cuenta de lo que había pensado, su estómago se revolvió. Tenía que irse. Llamó a Pei Ming para que se llevara al señor del viento y huyó lo más rápido que pudo después de arreglar sus ropas.

"No es la primera vez que lo haces, lo has visto peor".

No esperó a que Ming Guang llegara. Corrió hacia un callejón e hizo una matriz de teletransporte. En cuanto llegó a sus dominios, su carácter estaba tan alterado que una tormenta azotaba la costa. Se arrancó el disfraz de Ming Yi y gritó contra las olas con todas sus fuerzas hasta que se calmó.

¿Qué fue eso? ¿Se había dejado llevar demasiado por su papel al punto que había desarrollado sentimientos por su "mejor amigo"? Ridículo. Impensable. Patético. Shi QingXuan era una basura superficial. Shi WuDu era un maldito asesino. Los hermanos Shi eran la muestra de la decadencia del cielo... He Xuan sólo había amado a una persona, y esa persona terminó en un prostíbulo por culpa de Shi WuDu.

La había esperado por décadas, intentando encontrar alguna de sus reencarnaciones, pero jamás lo había logrado. Había buscado métodos de rastreo, el famoso hilo rojo del destino, pero era inútil. Si Hua Cheng no había podido encontrar en 800 años a su príncipe, que era un dios, qué podía esperarle a él.

Quién sabe dónde estaba ella, si estaba bien, si era feliz...

He Xuan sintió de repente una epifanía. Probablemente eso era, el hecho de que no había pasado tiempo con mujeres. Shi QingXuan lo estaba confundiendo por eso, porque su forma femenina era la única mujer con la que había interactuado en centurias.

Pero eso se podía arreglar fácilmente en el distrito rojo de Ciudad Fantasma.

He Xuan jamás pensó que alguna vez pisaría un burdel. Le provocaba náuseas verlos, pero esto era necesario. Si no aclaraba su confusión todo se iba a salir de control y echaría a perder el esfuerzo que había hecho por tantos años. Era vergonzoso pensar que su plan podría fallar sólo por un poco de frustración sexual.

Después de revolcarse en las sábanas de una de las fantasmas del prostíbulo y cansarla al punto de que se quedó dormida sobre su pecho, la acostó a un lado de la cama y se dedicó a mirar el techo. Se sentía aturdido. No le gustaba por dónde estaban yendo sus pensamientos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 23, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aguas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora