Hecha para mi

Pasado: Arien

Alana P.O.V

Arien, 7 años

— Arien Edmund Voltov! Regresa ya

Arien gira su rostro mirandome asustado, lo miro con las manos en mi cadera impaciente

El hace una mueca acarcandose a mi a paso lento, Athenea y Ajax están abrazados a mis piernas llorando

— ¿Qué pasa, mami?

Lo miro con los ojos entrecerrados

— Tu sabes que pasa, tus hermanitos quieren jugar con su hermano mayor

El se gira mirando a nuestro alrededor, por la puerta de la cocina llegan los gemelos en traje de baño caminando directo a la piscina

— Allí estan los hermanos mayores, adiós

El se da media vuelta para jugar con los niños de la casa de enfrente

— Vuelve aqui, jovencito!

Grito

Mis hombros son rodeados por un cuerpo juvenil, miro a Persi con frustración

— Ese niño va a sacarme canas verdes — Murmuro intentando tranquilizar a mis dos pequeños restantes que no dejan de llorar

— Tenle paciencia al bicho raro, mamá

Lo miro mal

— Ya te he dicho que no le digas asi a tu hermano

El rie tomando en brazos a Ajax, que deja de llorar de inmediato

— Papá comenzó, el lo llama asi también

— Ambos sabemos que no le dice raro

El rie, extiende la mano hacia Athena quien gustosa la toma riendo

Nos acercamos a la piscina, veo a Eros recargado en el borde con el teléfono pegado a su oreja

— Así es, nena, no tienes ni idea, sera la mejor noche de tu vida

Gimo golpeando mi frente

Este otro niño hormonal va a volverme loca junto al malhumorado Arien

Espero no envejecer tan rápido con estos dos y que Eros no embarace a una pobre muchacha pronto

Dios, dame paciencia

— Deja tu calentura un minuto, muchachito — Le digo arrebatandole el teléfono

Sonrio malisiosa

— Mamá! Arruinas mis citas

Río, me encojo de hombros y lanzo el teléfono a la piscina, el grita pero es tarde

Ya esta sumergiendose hacia el fondo

— Papá, yo solo estaba jugando, lo prometo

Me giro sabiendo que ese tono de voz en Arien no es bueno

— ¿Ah, si? ¿Jugando a golpes? ¿Que te he dicho de los golpes?

Arien se queda callado en brazos de su padre mirando hacia abajo

Suspiro

— Dimelo, Arien, ¿Qué te he dicho?

Los labios de mi bebé comienzan a temblar, él odia que su padre se enoje con él

— Que el boxeo no es usado para golpear a otros, que los Voltov no somos violentos

Ares asiente mirándolo con ojos de cuchilla, y es que no es la primera vez que Arien se pelea o juega a las peleas, según él