Despierto esta mañana en la habitación del hotel a las 9, el clima esta fresco, bastante soleado a decir verdad, el sol se colaba entre las cortinas calentando el ambiente
Voy directo a asearme y tomar una ducha, al salir tomo las prendas que usaré hoy me decido por un traje negro bastante chic junto a unas zapatillas del mismo color
Tomo mi bolso y salgo checando mi teléfono
Respondo los mensajes de mi madre, los de Robert y los de algunos clientes
Camino a la cocina encontrándome con Grace cocinando bastante concentrada, la saludo llamando su atención, ella sonríe al verme
— ¡Te juro que siempre estoy ansiosa en las mañanas por ver tu atuendo del día, son tan lindos! — Dice mirando mi ropa
Rio
— Gracias, Grace, me esforzaré más para satisfacer a mi público de ahora en adelante
Reímos
Ella toma un plato, se gira y regresa a mí con una torre de wafles de avena
Me extiende un café, que acepto gustosa
— Eres un amor — Le digo tomando un wafles
— Es un placer, cariño
La puerta de la cocina se abre, una malhumorada Amelia entra
Como siempre, su ropa es deportiva y mal combinada, pero no le prestó atención, ya que al fin al cabo no existen reglas sobre como vestirse
Todos somos libres de hacer con nuestro cuerpo lo que les plazca
En cambio, ella me mira con una mueca de desagrado en la cara
Creo que ella y el entrenador son presidentes del club de "Odiamos a Charlie"
¡Que emoción!
Mi propio club
— Arien te llama — Murmura de mala gana sentándose a mi lado
Sigo comiendo, pensando que le habla a Grace, cuando siguen en silencio, giro la mirada hacia ella
— Te hablo a ti, no te hagas la que no quieres correr a sus brazos — Me señala
Grace ríe
¿Ok?
Tome el último sorbo de café, una servilleta para limpiar mis labios y me levanto tomando mis cosas
— Gracias, Grace — Me despido
Ella sonríe agitando su mano
— Adiós, cariño
Se gira para acomodar unas cosas, nos da la espalda y cuando paso al lado de Amelia me inclino para decirle:
— Cuidado como me hablas
Elle mira sorprendida, le doy una sonrisa angelical antes de girarme
Salgo de la suite que compartimos las chicas directo al ascensor, tomo mi teléfono llamando a mi padre
El teléfono suena, salgo del ascensor aun esperando
— Charlie! — Saludan al otro lado de la línea
Le sonrío al guardaespaldas que Arien asigno para ser mi sombra, el asiente abriendo la puerta
— Hola, papá, ¿Qué tal todo por allá? — Pregunto dejando mis cosas a mi lado mientras la camioneta arrancaba
— Todos estamos bien
— Me da tranquilidad saberlo
— ¿Que tal tu? ¿Cómo vas con tu locura? — Pregunta algo receloso
ESTÁS LEYENDO
Hecha para mi
RomanceCharlotte Beaumont es un abogada de 22 años, trabaja en el bufete de su familia, el bufete mas importante de New York, posiblemente del país, es una chica difícil de persuadir, ella huele las mentiras, odia a la gente superficial, ama el derecho, es...