A veces estás donde no debes estar sin siquiera darte cuenta, porque encajas gracias a una especie de capa protectora, sin embargo, todo eso puede derrumbarse con un simple chasquido de los dedos.
Nunca sabes lo que la vida puede tener preparado pa...
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"Inscríbete en la guardia, ___"
Exactamente me estoy preguntando para qué quiere que haga eso... ¿seguir órdenes del coronel? ¿En qué demonios está pensando este tipo?
"¿Por qué quieres que haga eso?" escribí en la libreta como respuesta.
"Si quieres saber más, haz lo que te digo, pero no estás obligada. Si no quieres hacerlo, voy a entender tus motivos, puesto que realmente no me conoces"
¿Qué debería hacer? Siempre me han dicho que no debo confiar en desconocidos, más si no los veo frente a frente. Literalmente esto es como si hubiera conocido a alguien por internet, alguien que realmente podría estar mintiendo y dando información falsa, ya que no conoces su verdadera apariencia. Sin embargo, algo me hacía confiar en Lino.
"Lo haré... Quiero ayudarte" escribí una vez más y finalmente cerré la libreta.
Sin más, me levanté del suelo y salí de aquel parque, para dirigirme hacia la capital de este misterioso lugar. Realmente aún me sigo preguntando si el Distrito 9 es una ciudad o un país, o tal vez un continente, ¿quién sabe? No hay mapas sobre ello.
Cuando llegué a la capital, lo cual me llevó unos diez minutos, los guardias me dejaron pasar. Era extraño, en los pasillos de la central sí que había color, no penséis que me contradigo, los que yo había visto en la parte donde traían a los nuevos eran completamente blancos, sin embargo, los principales no. Alfombras rojas con bordes dorados, paredes negras con cuadros del coronel, Jungkook. En ninguno de esos cuadros se veía favorecedor, aquí no saben apreciar el arte. Dos guardias iban tras de mí, mientras yo observaba todo con detenimiento. Uno de los cuadros llamó mi atención, por lo que me paré a observarlo.
Ese cuadro no se parecía a Jungkook, de hecho, no era ni siquiera un hombre. Era una mujer.
— Disculpen... ¿Puedo preguntar a quién pertenece este cuadro? – murmuré dirigiéndome hacia los dos guardias que me acompañaban.
— Claro que sí señorita, este cuadro pertenece a la anterior gobernante del Distrito 9, la más bella e increíble, Lee Soonmi.
Una pequeña punzada de dolor llegó a mi cabeza, como si ya hubiera escuchado aquel misterioso nombre en alguna parte y, ciertamente, me resultaba demasiado familiar. Tal vez lo haya leído en algún libro o incluso escuchado en alguna novela televisiva....
No... no era eso.
En el cuadro se hallaba una mujer de cabellos de un peculiar color, pues eran blancos con mechas negras. Sus ojos eran de un hermoso azul cielo y su piel pálida, pero no en exceso. En su rostro poseía una pequeña cantidad de pecas. El cuadro debía de ser bastante viejo, pues la vestimenta que llevaba la joven parecía uno de esos típicos vestidos que usaban las damas y doncellas del siglo XVIII. Qué extraño, esa mujer me resultaba demasiado familiar para mi gusto.
