Capítulo 8

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Sango: Ma… ma… madre -dio un paso atrás y de inmediato trató de ocultarse tras su novio, que la recibió abrazándola sobre el hombro-

Yari: Hola hija, a pasado tiempo -sonrió dulcemente y dio un paso para acercarse-

Inuyasha: alejese de ella -también dio un paso, pero para adelantarse y proteger a la joven-

Yari: Querido Inuyasha, se que ha pasado tiempo desde que nos vimos, pero te agradecería que no te metas, esto es entre mi hija y yo -el tono agresivo de su voz no concordaba con la sonrisa que mostraba-

Inuyasha: usted ya no tiene nada que tratar con ella, hace años que se fue -podia sentir el fuerte agarre de su novia, así como podía sentir como temblaba-

Yari: te dije que es entre mi hija y yo -esta vez la sonrisa desapareció un poco más, después comenzó a caminar para acercarse a ellos-

Cuando el peliplata vio que se acercaba, también estaba dispuesto a caminar para enfrentarla, cuando vio que ella se detuvo y miraba con algo de frustración tras de él, fue cuando sintió una mano sobre su hombro

Sesshomaru: Yari-san, se que ha pasado tiempo desde que vio a sus hijos, pero no creo que sea buena idea montar un espectáculo -la seriedad en su voz era igual que siempre, si estaba sorprendido, no lo demostró-

Yari: tienes razón, esto lo arreglaremos después, primero debo asumir mis responsabilidades como cabeza de la familia Taijiya, nos vemos después hija -recuperó su sonrisa y caminó a un vehículo que la esperaba-

Una vez que la madre de Sango se retiró, el ambiente se calmó lo suficiente para que Sesshomaru pudiera dirigirse junto a la pareja a un vehículo que los esperaba, ahí al fin habló

Sesshomaru: lo lamento Sango, trate de que no sucediera nada de ésto -se notaba en su voz que se sentía culpable-

Sango: ¿qué hace aquí? -al fin pudo hablar-

Sesshomaru: llegó esta mañana, lo primero que hizo fue comenzar los trámites de demanda para tomar control de la empresa Taijiya -estaban llegando a casa del peliplata menor, no dijeron más hasta que entraron-

Sango: ¿no deberíamos ir por Kohaku? -estaba nerviosa, no quería que viera a su madre-

Sesshomaru: calma, Kagura ya debió volver con él, además su guardaespaldas me asegura que no hubo contacto entre ellos -comenzaron a caminar a la casa-

El garaje estaba por fuera de la casa, así que cuando caminaron rumbo a la puerta, pudieron ver qué era custodiada por un joven de túnicas blancas y lentes de fondo de botella

Mousse: joven Sesshomaru, sea bienvenido, su esposa, su hija y el joven Kohaku los esperan dentro -reverencio para después abrir la puerta y permitir el paso-

Sesshomaru: gracias, por favor, mantén bien vigilada la casa -se dirigió al interior de la casa seguido por ambos jóvenes que saludaban al guerrero chino-

Sango: Oye, él es el novio de la chica que atiende en los fideos chinos cerca de la estación de tren, ¿Verdad? -miró con curiosidad a su novio-

Inuyasha: sí, es él, pero aunque no lo parezca, él y su novia vienen de tribus guerreras de China, por eso es que lo contrataron para cuidar a Kohaku y supongo que a Lin -le explicó a su novia que no sabía esto-

Una vez que todos entraron, fueron recibidos por el aroma de comida recién hecha, encontrando a Hinowa y Kagura cocinando, mientras Kohaku y Lin estaban sentados haciendo sus tareas, primero se saludaron y comieron juntos, antes de terminar, Sesshomaru recibió una llamada

Porque te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora