Capítulo 11

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Las palabras de su ex novia lo confundieron al principio 

Inuyasha: qué quieres decir? -no entendía nada de lo que decía y se notaba en el tono de su voz-

Kagome: bueno, hoy Sango no vino, pensamos que faltó por lo de tu suspensión, pero una clase antes de la última, Tofu-sensei nos vino a decir que se había dado de baja -toco su mejilla y miró pensativa al cielo-

Inuyasha: debe haber un error, ella no… - recordó que la noche anterior actuó muy raro- gracias, debo irme 

Mientras se alejaba buscando algo en la bolsa de su chamarra, la joven pelinegra trató de detenerlo, quería hablar con él, pero fue inútil, lo que provocó que una lágrima traicionera corriera por su mejilla, provocando también una muy notable molestia en su rostro, que cambió por determinación cuando pudo notar como sacó su teléfono y comenzó a llamar, cuando lo perdió de vista, se retiró de donde estaba con una mirada llena de furia, mientras el joven seguía intentando llamar

Inuyasha: vamos, contesta… - tras varios intentos, sólo obtenía un mensaje como respuesta "el número que usted marcó, se encuentra apagado o fuera del área de servicio, por favor intente mas tarde" - maldición porque no contestas

Tras varios intentos más, obteniendo el mismo resultado, decidió no intentar más y regresó a su casa esperando encontrarla ahí, pero al abrir la puerta, no encontró a nadie, recordando aquellos días donde la soledad era su única compañera en casa, por un momento, sintió un horrible hueco en su corazón, antes podía conversar por mensaje o llamada con Sango, quien había estado con él casi toda su vida, volvió a sacar su teléfono y volvió a marcar, esta vez con miedo, pero obtuvo la misma respuesta, su mano temblaba sin darse cuenta, el miedo comenzó a inundar cada poro de su cuerpo, era la primera vez que no sabía nada de ella y pronto se dio cuenta que su miedo era por qué algo le hubiera pasado, nunca se había sentido así, estaba por enloquecer, si era una broma, no le parecía graciosa, así que estaba dispuesto a reclamarle a su novia por preocuparlo así, cuando un sonido familiar lo sacó de su trance, era la puerta de su casa que se abrió, de inmediato cambió su semblante. Salió corriendo a recibir a su novia con un abrazo, pero quien entró era el otro joven que vivía ahí, que lo miró extrañado 

Kohaku: ¿qué te ocurre? Te ves algo raro - la observación del niño lo regresó a la tierra - 

Inuyasha: dónde está Sango? ¿La has visto? - trató de sonar tranquilo, pero era obvio que el miedo volvía a apoderarse de él-

Kohaku: solo está mañana, cuando salió camino a la escuela, ocurrió algo? -el miedo del peliplata comenzaba a  contagiarse-

Inuyasha: bueno, yo… -dudo en decirle, pero pensó que sería lo mejor- fui por ella a la escuela, pero una compañera nuestra me dijo que no fue

Kohaku: qué? -de inmediato sacó su teléfono e intentó marcarle a su hermana, sin éxito - 

Lin: Kohaku, mamá dice que salgas a ayudarle -la pequeña prima de Inuyasha entró por la puerta sin saber lo que ocurría- 

Al ver a la pequeña en su casa, el peliplata salió corre do en busca de la única persona que podría saber algo, Kagura, su cuñada, que estaba recargada en un carro fumando un cigarrillo, que al ver al hermano menor de su esposo acercarse, sospecho que algo pasaba cuando noto su rostro 

Kagura: estás bien?  ¿Qué te ocurre? -dio un paso tratando de alejarse, de verdad causaba miedo ver al ojimiel así de alterado-

Inuyasha: rápido, dime que es lo que sabes de Sango -la tomo por los hombros frustrado- 

Porque te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora