Capítulo 15

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La siguió hasta la puerta, tratando de detenerla, pero ella estaba de pie sin salir, cuando abrió la puerta la estaban esperando, él alcanzó a notarlo, así que se detuvo y se escondió para que no lo vieran, estaba lo bastante cerca para escuchar la conversación 

Sango: te dije que no te quería cerca de mi casa, no importa que ahora seas mi prometido, no te quiero aquí -sonaba realmente molesta-

Miroku: perdona, pero como no cumpliste con tu hora de regresó, me preocupe -se le escuchaba muy tranquilo-

Sango: ya voy, déjame salir -evitó que el joven entrará ya que eso quería-

Miroku: esta bien, vámonos, pero la próxima vez que ocurra algo así, habrá consecuencias -la falta de molestia en su voz hacía que se escuchara más amenazante-

El peliplata se molestó mucho por la actitud de Miroku, incluso estuvo por salir a golpearlo, pero se detuvo al escuchar la voz de su amada

Sango: ESPERA!!! no volverá a pasar, vámonos -salió por la puerta y la cerró-

Inuyasha sabía bien que ese grito fue más para él que para la amenaza de Miroku, así que se tragó todo su orgullo y se quedó parado, deseando poder matarlo, cuando al fin creyó que no había nadie cerca, se dejó caer y golpeó el piso, lleno de frustración, no se había sentido tan inútil en toda su vida, así que finalmente optó por hacer lo que tenía en mente cuando fue a ese lugar, se dirigió al dojo y se hinco frente a aquel boomerang gigante y comenzó a rezar, pidiendo a los ancestros de su amada por ayuda para salvarla a ella y a su padre. 

Cuando salió de la casa, tenía un mar de sentimientos encontrados, caminó sin prestar atención a su alrededor, en automático llegó a su casa, donde sin siquiera saludar entró a su habitación, y se recostó en su cama, había estado pensando en que hacer, ahora sabía que frenar la información que daba Kohaku no era suficiente, con eso sólo retrasaría los planes de Kikyo, eso suponiendo que tuviera alguno, aunado a eso, debía sospechar de las tres personas en quienes más confiaba, entonces sus pensamientos fueron interrumpidos

Lin: Inuyasha!! -corrió hasta brincar sobre el joven que estaba distraído-

Inuyasha: ¿OYE QUE TE PASA?!! -su tono molesto sorprendió a la pequeña-

Lin: ¿que tienes? -era la primera vez que lo veía tan molesto-

Inuyasha: lo siento, -la quito de arriba de él y se sentó- pasaron muchas cosas hoy -no pudo evitar sonreír un poco al recordar a su amada-

Lin: ¿planeas algo? -esa sonrisa despertó curiosidad en la menor-

Inuyasha: aún no, pero siento que ya estoy cerca de lograr algo, solo debo saber…  

Kagura: Lin, qué haces aquí? Es hora de cenar  -la pequeña había olvidado cerrar la puerta-

Lin: vine por él, porque no respondía -se apartó lo más rápido que pudo y lo señaló nerviosamente-

Kagura: ve a cenar, yo hablaré con tu tío un momento -entró a la habitación mientras la pequeña se molestaba-

Lin: no me gusta que digan que es mi tío, lo hacen ver como un viejo, por eso digo que es mi primo -hizo un puchero para su mamá mientras salía de la habitación-

Kagura: bien, ¿como éstas? -se cruzó de brazos frente a él-

Inuyasha: supongo que bien -no entendía bien a que quería llegar con esa pregunta-

Kagura: creó que estas mejor que bien, después de todo, me enteré que por alguna razón, Lin piensa que estás comprometido con ella -se notaba la seriedad en su voz- parece que olvidaste a Sango muy rápido 

Porque te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora