𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 5

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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤEl alma llena de recogimiento,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤmudos los labios, me detengo en cada
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤlugar de tu mansión, ensimismada
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤcual su la fatigase un pensamiento.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤRamón López Velarde.
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Corrí lo más rápido que pude hasta la casa de Kevin, toque el timbre hasta dejarlo agónico, el sonido solo retumbaba dentro. No había nadie, nunca hay nadie a esta hora más allá
de él, ya no está el ansiado refugio de su amor y su felicidad, la razón de quedarse a la espera de ese ser. Me duele el pecho ¿acaso corrí muy aprisa o es algo más profundo lo
que me agobia? Ahora solo tengo una opción demasiado obvia: la casa de enfrente. No tengo alternativa, muchos demonios del pasado vienen a cobrarse mi cobardía, mi egoísmo
y abuso; creo que tengo miedo de perderlo o tal vez a las consecuencias de la confrontación, realmente no lo sé. Mis pasos me guían a la que alguna vez fue la puerta de mi mejor
amigo.
—Hola, Eddy ¿Dónde está Ed?— recuerdo su voz tan claramente que aún creo que está vivo.
—No vino. Quería hablar contigo a solas... ¿me dejas pasar?
—Claro... ya conoces las reglas sobre los za...
—¿A él también le pides que deje los zapatos en la entrada o tiene trato especial?— fui agresivo, estaba furioso ¿cómo pudo traicionarnos así?
—No sé... de quien... hablas— está a punto de quebrarse, lo sé, lo conocía tan bien o al menos eso creía.
—Hablo de Kevin. ¿Desde cuando eres gay? ¿Desde cuando sales con él? ¿Por qué nunca dijiste nada? — mantuve la calma lo mejor que podía, no había razón para desesperarme
¿o sí?
—No soy gay— suspiró y agacho la cabeza— un día fui a reclamarle a Kevin que nos dejará en paz, ya no éramos niños; sucedió que estábamos demasiado cerca, fue un impulso,
curiosidad... no lo sé. Nos besamos y todo comenzó al día siguiente. Nadie se supone debería saberlo, nunca dije nada porqué sabes bien que mi padre no es hombre tolerante.
—Lo sé. Deja esa relación. Es lo mejor... tú lo sabes. O si no yo tendré que... — No pude seguir con la línea de conversación que mantuve con él. Hubo gritos y Doble D mostró una
fortaleza que le desconocía, defendía su amor con todo; paso de la súplica a la ira, más tarde llegaría hasta la desesperación.
Mi querido amigo, si siguieras con vida sabrías que mi mayor miedo era saber que te irías alejando, hasta convertirte en un extraño. En el interior de la casa tocaba cada mueve
que llevaba impresa una memoria, acariciaba los recuerdos. La ironía me ha golpeado en este momento de lucidez: tenía miedo a que fueras alejado y ya no te reconociera. Lo
único que logre fue perderte para siempre. He llegado hasta la habitación de Edd, está abierta y Kevin llora sentado en el frío suelo con un cuaderno en su mano. Está llorando, no me atrevo a dar un paso más. Lo contemplare por última vez antes de la contienda con el pasado.
Llegue temprano a casa, mi curiosidad es muy grande, siento una extraña ansiedad llenar mi cuerpo. La cabeza me duele de pensar en lo que voy a encontrar, pero no puedo
detener mi marcha anhelante hacia una casa que reconozco sin conocer, muchas respuestas se acercan cada paso, las siento venir. Una puerta me separa de lo que he buscado por
los rincones de mis antiguos días que rehuyen de mi conciencia. Cuando perdí la memoria deje de confiar en el pasado, trataron de regresármela, pero seguramente está llena de mentiras que intentan ser verdades; no tenía certeza de lo vivido y sin embargo tenía que fingir para no acabar en un psiquiátrico.
La familiaridad del orden de las cosas y la tibieza de una paz me recorren completamente, la terneza de la mano de un fantasma en mi rostro, la ausencia de unos labios, suaves y
dulces que reclaman mi boca, el dolor de la pérdida de un cuerpo contra el mío. Todo se aglomera y quema en mi cabeza con alguien que perdí con el accidente, demasiadas
imágenes. Me tranquilizo y recorro un camino ya conocido a una habitación ya específica. La suerte está sobre la mesa.
Me asomo y me duele la cabeza como si mil agujas atravesaran mi cerebro, en cada una hay un chico de gorra negra, ojos alegres, valiente, tierno, obsesivo... su risa, su mirada,
su manera de caminar, sus expresiones; todo lo veo y lo siento, sí, la calidez de su piel, el sabor de su boca, su aroma. ¿Dónde estás, mi amor? Las piezas no están completas y
tengo miedo de verdad. Un paso más al lugar de un beso furtivo, sus libros, su cama y su escritorio están en orden; nadie mancillo su santuario de conocimiento, ni siquiera el
tiempo.
—Kevin ¿qué haces? Debemos estudiar — Edd... Eddward... Doble D, mi respiración se detiene y la tormenta del pasado me golpea de lleno. Necesito aire. Un recuerdo más, cierro
los ojos.
—Mañana es un buen día para ir a la biblioteca y regresar para un estudio intensivo. Mi madre y padre se irán de viaje. — mi Edd estaba tan solo. Un suspiro escapo de mi pecho, me miro, sonrió y todo se ilumino con sus palabras ¿Cuáles fueron? Quiero rememorar cada palabra.
Un libro diferente, una falsa portada; lo tomo con manos temblorosas. La primera página está fechada en el último día de febrero, inicia con una fotografía... La recuerdo, recuerdo
ese día. Esto es un diario, me dará una pista, dejará fluir a Edd en mi vida de nuevo.

El vértigo de la vida sin ti❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora