𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 3

52 5 0
                                    

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ•••• •••• •••• •••• ••••
ㅤㅤㅤㅤㅤ¿En qué hondonada esconderé mi alma
ㅤㅤㅤㅤㅤpara que no vea tu ausencia
ㅤㅤㅤㅤㅤque como un sol terrible, sin ocaso,
ㅤㅤㅤㅤㅤbrilla definitiva y despiadada?
ㅤㅤㅤㅤㅤTu ausencia me rodea
ㅤㅤㅤㅤㅤcomo la cuerda a la garganta,
ㅤㅤㅤㅤㅤel mar al que se hunde.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤJorge Luis Borges
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ•••• •••• •••• •••• ••••

Lo único que le pedía a la vida era no separarnos nunca. Mi dese más grande era caminar a su lado, yo
con mis méritos él con los suyos, por caminos diferentes, tal vez, pero juntos. Cualquier cosa era sencilla
si al mirar a mi lado se encontraba su sonrisa, sus ojos reflejando un amor tan sobrenatural que me robaba
el aliento. Yo no lo quiero en mis recuerdos, guardado, lo quiero conmigo, su cuerpo, su risa, todo en
tiempo real, en la posibilidad de alcanzarlo ¿Por qué no estás aquí?
— Es inusual que despiertes tan temprano— mi madre habla con infinita ternura; cree que aún sigo en el
hospital. Es un poco molesto.
— Ayer me quede dormido temprano... ¿Viste a Eddy salir?— No estaba a mi lado al despertar. Me
invadieron las pesadillas, la imposibilidad, la duda, el dolor; no podía respirar, me pesaba el cuerpo y un
nombre hacía eco en mi cabeza aliviando y lacerando la herida, como el mar besando la playa desierta y
dejando la marca por donde pasa: Eddward.
— No, cariño. Llegamos algo tarde ¿Pasó algo malo?— la madre preocupada.
— Para nada— sonrió de la formas más falsa de la soy capaz— ya sabes que normalmente se va muy
tarde. Siempre nos quedamos jugando después de cenar— cuantas mentiras, a veces me pregunto si no
sabe ya lo que pasa entre nosotros.
— Bueno, es verdad. Toma tu desayuno antes de que se enfrié. La mamá de Nazz vendrá por mí, tenemos
algo que discutir ¡te molestaría acompañarla hoy? — de nuevo sonrisas falsas.

— Me encantaría ¿Mamá?
— Dime, cariño— Quiero saber quién es Eddward ¿por qué le preguntaría a ella? Mi mente juega conmigo
de nuevo. La miro fijamente sin poder decir nada. Lee mi mente, escucha mi deseo inaudible, responde
sin la pregunta; inténtalo madre.
— Nada. Creo que ya llegaron. — desvío la mirada a mi plato, no tengo apetito, no quiero moverme y aun
así continúo: salgo de la cama, me alimento, sonrió y sobre todo actúo. Todos los días lo mismo.
Cometí un grave error, le dije su nombre mientras dormía. Que estúpido soy. Seguramente Kevin ya debe
recordar todo y me odia ¿Vendrá a matarme cuando entienda todo lo que calle? ¡Basta! El doctor dijo que
si nadie le decía, él no podría recordarlo. ¿Por qué lo olvido en primer lugar? Le he mentido tanto tiempo,
he sufrido tanto tiempo, he gozado tanto tiempo... sí, gozado, el primer beso, la primera caricia, la
primera vez que sus manos buscaban un calor familiar y no era yo a quien Kevin deseaba.
La monotonía de los días, prepararme para la escuela, evadir a mi familia, a todos, menos a él. Hoy es un
día igual a tantos. Espero, como siempre, una sorpresa: Un beso acompañado de una sonrisa, una palabra
de cariño; me llenaría el día de luz, de esperanza, cargaría con un poco menos de culpa, si sólo me dieras
un poco de lo que él recibía de ti. Lo buscaré anhelante como cada jornada, caminaremos juntos, lo tocaré
con apenas un roce, lo veré volver sin vida a su rutina y más tarde caeré en la tentación de un amor que
no me corresponde; por más sonrisas que comparta con otros. Yo lo conozco. Sé la verdad. Si él ha vuelto
a su memoria puede que hoy sea diferente... para los dos.
— Buenos días, Eddy— una voz familiar. Justo este día tenía que aparecer.
—Buenos días, Ed— contestó con una sonrisa. Que no insista, por favor.
—Hoy... ¿Podemos ir juntos a la escuela?— aquí vamos de nuevo a una lucha donde él sale más herido.
—No, Ed. Te lo he repetido muchas veces. Ahora voy a buscar a Kevin.
— ¿Por qué? ¿Por qué me dejas solo? Sé que soy un tonto, pero... Eddy. Debemos estar juntos, más que
nunca. Ahora que Doble D se fue— puedo escuchar su voz quebrarse con la última frase.
— ¡No digas su nombre!— grito exasperado por su imprudencia— ¡Yo también pienso en él, pero no quiero
quedarme en el pasado! Cuidare lo que más amaba, como lo prometí. ¡Aléjate! Eres un idiota que jamás
entenderá— casi puedo escucharlo llorar. A veces no pienso en lo que sigo; estúpido y por eso Edd está
muerto.
—Kevin está con Nazz, vi que la mamá de Nazz y la de Kevin se despedían de ellos mientras se iban— puedo ver sus lágrimas asomarse y hace un gesto para contenerlas.  No, ella no, por favor. Tengo que impedirlo, no puede saber.

El vértigo de la vida sin ti❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora