Las coinsidensias de mi vida [Sinb x Jhope]

Cap final: Hasta que el destino nos unió

(6 años después)

Hoseok y Eunbi continuaron con sus vidas normalmente, pero sin dejar de pensar y desear que la vida los uniera otra vez, pero sin ningún resultado.

(...)

— Vamos cariño, deprisa —dijo ella mientras se movía anciosa en el asiento del copiloto.

— Calma Minjoo, no hay prisa —dije con una sonrisa y sin despegar la vista del camino mientras conducía.

— Es que no puedo esperar —dijo aun muy anciosa— hoy me inscribiré en la universidad —se recostó del espaldar del asiento y suspiró con una sonrisa.

— Que lastima que tus padres no te pudieran acompañar hoy —dije con un poco de lastima.

A Taehyung lo habían mandado a un viaje de negocios fuera del país, mientras que Yerin tuvo que encargarse de inscribir a los mellizos en su nueva escuela, el cual lastimosamente era el mismo día de la inscripción de Minjoo, por eso decidí acompañarla, aunque sea ya mayor de edad quería, acompañarla a este momento importante.

— ... —ella solo desvió su miarada a la ventana, no importaba cuanto me dijera que se encontraba bien con eso, era notable que si le molestaba— descuida.

Llegamos a la universidad, y casi como un cohete, Minjoo se bajó del auto, casi se cayó al bajar ya que no me dejó estacionar bien.

La fila fue ciertamente extensa, hasta que llegó nuestro turno, Minjoo entregó los documentos requeridos, cuando finalizó, le indicaron cual es el número de su apartamento, el 214, y donde tenia que ir para que le entregaran la llave.

Decidimos que ella iría a buscar la llave mientras que yo llevaba sus cosas al edificio, cuando llegué ahí, bajé las cajas y las coloqué a mi lado para poder ver el edificio completo y suspiré.

Aquí vivirá mi pequeña Minjoo durante su tiempo en la universidad, ¿me pregunto quien será su compañera?

No pude pensar mucho en eso ya que alguien tropezó con las cajas que dejé en el suelo, tirando así sus propias cosas y casi cayendo al suelo.

— Oh, disculpa —dije para rápidamente ayudarla a guardar sus cosas de nuevo en la caja que llevaba.

— Descuide —dijo mientras también guardaba sus cosas.

Cuando acabamos, nos pusimos de pié y al fin la vi, fijándome que era una chica joven, de aproximadamente unos 18 años, tal vez también vaya a estudiar aquí.

— Gracias... —se detuvo al instante entre cerrando los ojos, o cerrándolos completamente, no lo sé, sus ojos son muy rasgados para poder saber, y me analizó de pies a cabeza— ¿lo conozco?

— No lo sé —dije viéndola extrañado, entonces comencé a detallarla mejor, hasta que la lógica me dio un golpe en la cara— ¿¡Yeji!? —casi que lo grité atónito.

— ¿¡Papá Hoseok!? —dijo igual de sorprendida que yo.

Después de pasar la sorpresa, no pudimos contener nuestra alegría y nos dimos un fuerte abrazo.

— Yeji, no puedo creer que eres tu... —la separé un poco de mí para verla mejor— vaya, lo grande que estás.

— Y tu no haz cambiado nada, bueno, excepto por esas canas —dijo señalando a mi cabeza bromeando claramente, yo aún no tengo canas... Creo.

— Ja ja —reí sarcástico y dandole una mirada irónica, aunque no podía estar así con ella y de inmediato se volvió a dibujar una sonrisa en mis labios.

— ¿Y que te trae a esta universidad? No estás en edad para volver a estudiar —me preguntó curiosa y aun bromeando con mi edad, igualita a su madre.