CAP 4

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Al escuchar las duras palabras de Jennie, Taehyung abrió los ojos como platos e intentó fingir una mirada de confusión. Aunque lo estaba mínimamente, pues no llegaba a comprender cómo su esposa había descubierto su infidelidad.
—¿Q-que? —fue lo único que pudo sacar de su boca.
Jennie hundió sus largos dedos por su cabello, antes de irse a su cuarto, decidiendo ignorarlo completamente.
Y en cuanto a Taehyung; este estaba petrificado. Su lengua estaba seca y sus piernas no respondían. A demás, se negaba a creer que Jennie sabía todo. Tampoco ayudaba concentrase el escuchar sollozo tras sollozo, provenientes de su esposa.
Reaccionó cuando sintió como su celular vibraba en su pantalón.
Era Irene.
No sabía que rayos hacer: si le contestaba, ella preguntaría el por qué tardaba tanto y él, seguramente, por la tentación, iría y dejaría sola a su esposa –como siempre lo hacía–, pero había algo que no le permitía abandonar a Jennie. Se decía que era por qué ella sabía toda la verdad y el tenía que acompañarla.
Al momento de volver a la realidad, se dio cuenta que había perdido la llamada. Sin embargo, segundos después volvió a sonar el aparato electrónico. Esta vez sí alcanzó denegarla para después apagar el teléfono.
Con pasos suaves, se encaminó a la habitación principal –la que compartía con Jennie– y cuando estuvo frente a la puerta, tocó con sus nudillos, puesto que ya había llegado a la conclusión que estaba pegada con seguro.
Adentro, la muchacha se impresionó al oír los llamados de su esposo. Ella creía que Taehyung se había marchado, dejándola por su cuenta y desolada.
Lanzó otro sollozo al recordar eso, deseó ser suficiente para Taehyung.
Él había destruido toda su autoestima.
Un Taehyung desesperado, volvió a tocar la puerta. Él sólo quería hablar con ella, aclarar las cosas y, con suerte, obtener su perdón.
estaba arrepintiéndose de haber pensado con el pene.
—¡Jennie! ¡Abre la puerta! —imploró, nervioso y con la voz fuerte.
Con indecisión, Jennie se levantó de la cama –donde estaba hecha un ovillo– y abrió la puerta lentamente.
La chica se sorprendió ver a Taehyung con los ojos rojos, se estremeció al darse cuenta que el había llorando, no se creía tan importante para él.
—Westy... lo lamento tanto. Dios, lo siento mucho, mucho, mucho —se disculpó; con el viejo apodo que antes le decía —. ¿Podemos hablar?
Una lágrima se escapó del ojo de Jennie, después de haber escuchado el viejo apodo que le había puesto Taehyung cuando se conocieron.
Todo comenzó cuando ella, al principio, no le quería decir ni su nombre a Taehyung. Pero, él, como todo un coqueto, de las arregló uniendo West (Oeste) y ahí nació el apodo.
Westy...
Ella se hizo a un lado para dejarlo pasar, pero bajó la cabeza ya que no quería verlo.
Taehyung se sentó en una esquina de la cada, mientras que Jennie en una silla al frente de éste.
—Escucha: si quieres divorciarse lo voy a entender, yo no qui...
—No te voy a dar el gusto —lo interrumpió  —. Yo lo sé hace mucho tiempo, si hubiera querido el divorcio, cada vez que lo mencionabas lo aceptaría, pero no. Te amo y me odio por eso.

El pelinegro no le pudo sostener la mirada; por eso mismo sólo se quedó callado y cabizbajo, mientras que la vergüenza  lo comía vivo.
—Lo lamento mucho.
Jennie se limpio una lágrima que amenazaba con salir y sonrió llena de amargura.
—Ya me cansé de tus "lo siento" —hizo comillas —Tu eres muy repetitivo a veces. Te juro que estoy empezando a creer que que lo único que aprendiste es a disculparte.
—¿¡Entonces que quieres que diga?! —elevó su tono de voz —. ¿Quieres que te diga que en las noches no tengo remordimiento? ¡Pues te mentiría! —hizo un pequeña pausa para retomar con la voz apagada —. Cada maldita noche estoy pensado en lo imbécil que soy por traicionar tu confianza.
Ambos cerraron los ojos, sabiendo que la situación era insoportable.
—Quiero tu perdón —susurró Taehyung a media voz.
—N-no lo sé. Taehyung. Es muy difícil creerte después de todo, ¿no?
—Pero, es que en vedad estoy arrepentido —insistió Taehyung mientras agarraba sus manos.
Jennie suspiro, mirando los ojos de su esposa. Los más bonitos del mundo, según ella, esos iris color ámbar eran lo que la había enamorado. O tal vez su sonrisa. O su personalidad. O, mejor dicho, todo de él la había enamorado.
—Taehyung, sabes que ya te perdone. Si no lo hubiera hecho no me verías ahora mismo —contestó ella mientras miraba las manos de ellos dos, que estaban entrelazadas —, eso sí...: Perdiste mi confianza.
Por la cara de Taehyung dio a parar una débil e irónica sonrisa.
—Soy un idiota, ¿no?
—No, yo lo soy por estar loca y perdidamente enamorada de un infiel e imbecil cretino.
El oji-miel recordó todas las veces que ella le decía "Te amo" y no obtuvo respuesta de él. Enojado consigo mismo se golpeó ligeramente en la cabeza.
—Yo.... Y-yo, yo no se que decir —tartamudeó sin ver sus ojos.
—No tienes que decir nada —susurró tímidamente —. El daño ya esta hecho.
Taehyung se pasó las manos por el pelo frustrado. No se atrevía mirar a Jennie.
Jennie sollozó por última vez y en su cara se formó una sonrisa, para muchos una real, pero para ella muy fingida.
—Estoy bien —susurró para ella misma, pero Taehyung oyó.
El la miró con arrepentimiento y tristeza.
—Jennie....
—No —lo interrumpió —, sólo quiero saber una cosa —él asintió para que ella prosiga —. Si no me amabas, ¿por que te casaste conmigo?
Taehyung  entendió la pregunta y sonrió débilmente recordando el día de su boda, como Jennie caminaba en el altar con ese vestido blanco.
Perecía una princesa, pensó, no pude haberme casado con una mejor mujer.
Ese día siempre estaría en la memoria de Taehyung como el mejor. La amaba tanto y cuando ella dijo "Sí, acepto a Taehyung Kim como mí esposo, para amarlo y respetarlo siempre, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza. ¡Te amo Tae! Eres la mejor cosa que me pudo haber pasado en la vida. No me imagino una vida sin ti, estoy completamente segura que Dios nos creo para amarnos" cuando escuchó esas palabras fue el hombre más feliz del mundo, pero todo eso lastimosamente había desaparecido. Solo podía quererla, nada más. El no podía entender como su amor por ella había acabado de la noche a la mañana.
—¿Taehyung? —preguntó Jennie al ver que él no respondía ni pío.
El reaccionó y dijo: —¡¿Que no te amaba?! ¡Yo estaba malditamente enamorado de ti!
Una lágrima cayó por la mejilla de Jennie.
—Una cosa muy diferente es amar y estar enamorado —sollozó —. Y tú lo dijiste, estabas.
El pelinegro cuando se dio cuenta la forma en que lo dijo se sintió como mierda, lo que sentía de él a menudo.
—Y-yo.... Yo, me tengo que ir.
Sin decir más, salió del cuarto. Agarró sus llaves y se fue con Irene.
—¡Taehyung! —gritó con la voz quebrada.
Al darse cuenta que se fue, no le quedó nada más que llorar hasta dormir.
                              ***
—¿Por qué tardaste tanto cariño? —curioseó Irene al ver como el entraba al departamento que el le había comprado.
El sacudió la cabeza intentando olvidar la cara de Jennie. Labios y ojos rojos. Todas las personas que conocían a Jennie decían que ella era la persona más alegre del mundo, pero ahora no. Su mirada era perdida, como su hubiera perdido su propósito de vida. Él la entendía, se sentía así a veces pero cuando estaba con Irene  toda la tristeza era remplazada por lujuria y la pasión
—Nada Iren, no te interesa.
Ella se acercó a el y envolvió sus manos al rededor de su cuello y rozó su nariz con la de él para después darle un beso en la mejilla.
—Me interesa, yo te amo Taehyung.
El la miró incrédulo y tragó seco.
—Gracias.
El semblante de Irene cayó y se apartó de el incómodamente.
—¿Gracias? —murmuró ella con confusión —. ¿Que mierda?
El pelinegro negó con la cabeza y se fue sin decir nada.
He aquí otra vez  el "profesional en las huidas"

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volviii Babys :)  voy a intentar actualizar mañana ♥

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Maybe I Should Be More Like Her ✔️ TaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora