Una puerta que se resiste

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En este capítulo, Carolina y Gala tiene clase de educación física, allí le cuenta sobre el raro sueño que tuvo esa misma mañana. Para su amiga era premonición, para ella eran como recuerdos. Concluidas las clases de deportes, en los altavoces, la directora avisó que no se presentaba el profesor de literatura. Ante aquel aviso, a Carolina se le ocurrió la brillante idea de llevar a Gala a su casa hasta el almuerzo, quería mostrarle el vitral que se había tomado el lujo de contarle con todos los detalles. Además, quería que la acompañase a investigar la casa completa, hasta la planta alta la cual aún no se animaba a subir.

        Camino a la casona Carolina vio por la vereda a tres hombres, el nerviosismo que desprendía su cuerpo fue entendido por Gala, uno de los hombres encajaba con la descripción que le había dado su amiga sobre el Marcelo Peña. Pasaron cerca y el arquitecto saludó a Caro quien la saludó apenas y apresuró el paso hacia su casa. El arquitecto estaba sorprendido de haberla encontrado y más en la compañía suya con esos dos hombres de aspecto desagradable. Gala molestaba a Carolina por el arquitecto, conclusión que ni ella misma podía negar porque no sabía exactamente lo que le estaba pasando.

         Terminando aquel tema del arquitecto las amigas se dispusieron a mirar aquellas viejas fotos de las que Carolina había hablado. Gala se había cerciorado de que una mujer, aparentemente joven aparecía en la mayoría de ellas. Dejando de lado las fotos, Gala propuso seguir investigando en el piso de arriba. El susto que le provocó Sandokan casi la mata del susto, pero siguieron a paso ansioso el camino hacia lo desconocido con la compañía de Cristal.

         Seis, era la cantidad de puertas que había en la planta alta, tanta aventura y misterios. Carolina, si embargo, ya sabía lo que había en aquellas habitaciones pero Gala quería investigar a fondo todo aquello a lo cual Caro aceptó al instante.

         Había un cuarto, el único de quellos seis que estaba cerrado con llave. Carolina precisaba la ayuda de Gala para esta tarea, la cual era buscar todas las formas posibles para abrirla. Sin resultados, la pelirroja hizo buscar una linterna a su amiga para que por lo menos pudieran ver por el orificio de la cerradura. Al bajar en busca del artefacto, un ruido en el vitral detuvo a Carolina, aquella mujer le había dado un imperceptible parpadeo que la dejó inmóvil en busca de más movimientos pero la voz en la planta alta de Gala la sacó del hechizo.

         Ambas habían buscado cada manera de abrir la puerta pero ninguna servía y con la llave puesta desde adentro ellas no podían ver el interior por lo menos para quitarse las dudas. Pero la idea que tuvo Carolina para abrirla dio éxito. Accionaron el picaporte y empujaron la pesada puerta de madera que chilló en sus bisagras.

Heredera de un secretoWhere stories live. Discover now