amor nunca correspondido [____ x Leo]

El pequeño y lindo accidente

El charro negro, en una noche común y corriente de su inmortal vida, robo otra alma mas, al parecer no se quedó a gusto con ver a los hombres pidiendo piedad, A el siempre le satisfacía ver como la gente se arrepentía de los tratos que hacían con el, pero esta vez fue diferente. Simplemente no se divirtió esa noche. Decidió ir a ver a uno de sus amoríos, por no decir a una de sus aventuras, a una gitana que "leía la mano". Y esta vez se estaba quedando en un pequeño pueblo, llamado Nestepec, ya que ella se movía constantemente por su trabajo. Se quedaron de ver en un pequeño puente cerca de ahí, obviamente en la noche, para que nadie los viera conversar.

Gitana: Hasta que llegas, ¿Dónde estabas?

Charro negro: Tranquila mujer, ya estoy aquí. ¿Y qué es eso de lo que querías hablarme?

Gitana: Dirás que es extremadamente loco, y raro, pero estoy embarazada y ese hijo, o hija es tuyo.

El charro negro abrió demasiado los ojos, como con expresión de "¿qué cargaos?" La verdad el no sabía si se trataba de una broma. Es cierto, se acostó con ella, pero no recuerda en ningún momento en A ver entrado demasiado (no se hagan los inocentes ya saben a qué me refiero ctm).

Charro negro: hmm, y ¿Qué piensas hacer?

Gitana: La verdad no lo sé, quizás lo tenga, oh. Lo tengo y lo mato.

Charro negro: No siquiera puedes matar a una vaca mujer. Mejor tenlo.

El hombre no entendía porqué sacó esas palabras de su boca. Recuerda borrosamente que una vez, cuando todavía era un humano, quería tener una familia, o a lo mucho una hija. Siempre quiso una niña que tuviera su sangre, le enorgullecería demasiado, ahora que su novia tenía un bebé en camino, no sabía cómo reaccionar, pero sabía que muy en el fondo de sus sentimientos, sentía un afecto por esa criatura.

Gitana: ¿Lo dices en serio? ¿¡Estás bromeando!?

Charro Negro: Claro que no, es más, le podría darle una mejor vida.

Gitana: ¿¡Mejor vida!? Escucha lo que dices, si nace tendrá tus poderes.

Charro Negro: Prefiero mil veces que sea como yo a que nazca y tenga pocos minutos de vida.

Gitana: Comprendo, entonces ¿Ese es el trato? Que la tenga y que te la quedes.

Charro negro: eso será lo mejor para el, o ella...

El hombre llamó a su caballo, por lógica llegó el caballo, entró al portal y la mujer se quedó parada, sin decir nada. No podía todavía creer que el mismísimo charro negro le pidió que le diera una oportunidad de vida a esa pequeña vida que llevaba en su vientre. Había quedado demasiado confusa.

Después de los nueve meses ya cumplidos nació una pequeña niña, muy tierna, con ojos color café oscuro, casi negros. Como siempre la gitana le decía al charro negro que la viera en un punto ciego para la gente. La gitana estaba esperando ansiosa, sentada en una roca grande cargando a la pequeña bebe, llego el charro negro y vio a su pequeña hija.

No lo podía creer que era padre, el no pensaba ser padre aun siendo un demonio, de igual forma no le importó, bajo de su caballo y se acercó a ver a la pequeña niña, la bebe abrió los brazos para que lo cargara su padre, y así correspondió el charro, cargándola.

Gitana: Y que nombre le vas a poner?

Charro negro: Hmm... le voy a poner ____.

Gitana: ____? ¿Y eso que se te ocurrió de repente ese lindo nombre?

Charro negro: No lo se, le veo cara de ____.

La gitana le pidió al charro negro quedársela un poquito más de tiempo, claramente con el presente, la cargo un pequeño rato y después se la entrego.