Capítulo 19

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Tim no sabe cuanto tiempo pasó jugando al ajedrez, pero en ningún momento llegó a ganar, lo cual era entendible, era su primera vez jugando al juego, pero era igual de frustrante el ni siquiera estar acercándose a la victoria.

-Creo que eso ha sido suficiente- la voz dijo y el tablero pareció congelarse antes de desaparecer

-¡Espera! Una más por favor- le suplicó Tim

-No, y me temo que esta vez no obtendrás respuestas a tus preguntas, no hasta que puedas siquiera acercarte a vencerme- dijo la voz firmemente

-¡¿Qué?! ¡Pero tu prometiste darme respuestas!- el niño exclamó y se puso de pie, más no hubo respuesta, por lo que asumió que quien quiera que fuera el dueño de la voz había desaparecido -¡No es justo!... No es justo...- repitió en un susurró y se dejó caer de rodillas, apretando sus manos en puños

La voz había prometido decirle quienes eran sus padres y que había pasado con ellos, pero ahora parecía que solo estaba jugando con el...

Cuando Tim despertó, intento buscar a la mujer de nuevo, a la espera de poder alterar sus memorias ya que no había obtenido respuesta alguna de la voz en su mundo, más pronto se dió cuenta que ya era tarde para eso, el cielo afuera de su ventana ya estaba oscuro, y la mujer hace rato se había ido, dejando a todos con una sensación desagradable al haberse negado a responder cualquier pregunta sobre sus verdaderas intenciones.

Tim se mordió el labio inferior y arrugó el entrecejo, todo había sido una trampa, aquella voz que le prometía respuestas no planeaba dárselas en ese momento, solo lo había querido distraer para darle a la mujer la oportunidad de irse sin que Tim pudiera hacerle nada... Que tonto había sido...

Solo esperaba que nada de esto terminara afectandolo a él o a los demás...

Un par de meses después, poco a poco el asunto con Talia comenzó a desaparecer, ya que, fuese para bien o para mal, la mujer no volvió a aparecer, ni se molesto en responder las llamadas ni los mensajes de Bruce, y además de eso, el años estaba por terminar, las fiestas estaban cerca y los adultos estaban distraídos con eso.

Y este año sería diferente, ya que la mayoría de los científicos habían recibido el permiso para regresar a sus casas por mínimo un par de semanas, lo que dejaría a los niños solos, a excepción de la compañia de Bruce, quien se había negado a dejar su trabajo y había rechazado a los que se ofrecieron quedarse con el, alegando que después de trabajar tanto, se merecían un buen descanso.

La mayoría de los científicos a cargo de los niños aseguraron que procurarían regresar tan pronto como les fuera posible, pero antes de irse, decidieron dejar un par de regalos para los niños, los cuales realmente no habían recibido nada los años pasados, y querían empezar a cambiar eso.

-¿Por cuanto tiempo te vas a ir?- Jason le preguntó a Diana, haciéndole compañia a la mujer en su Oficina mientras guardaba las cosas que necesitaría en su bolso

-Bruce dijo que podemos ausentarnos prácticamente todo un mes, aunque no se como planea manejar todo esto el solo por tanto tiempo, así que probablemente regresaré en un par de semanas- explicó y volteó a ver al niño, notando que tenía un puchero en los labios- ¿Qué sucede pequeño robin?- Diana le preguntó, arrodillandose frente al niño

-Nada... Solo promete que volveras- pidió en un susurró, mirando hacia sus pies par evitar mirar a la mujer a la cara

Diana sonrió enternecida y le acarició una mejilla- Lo prometo- aseguró, y entonces pareció recordar algo y se puso de pie- Y de hecho, tengo un pequeño regalo para ti

-¿Un regalo? ¿Por qué?- preguntó Jason confundido

Diana sintió algo de culpa apretar su pecho, el niño no recordaba nada antes de llegar al laboratorio, y ellos nunca se molestaron en celebrar las fiestas con los niños o siquiera decirles algo acerca de estas, era solo natural que Jason ni ninguno de los demás supiera que durante esas fechas los niños suelen recibir regalos.

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