Cap 3

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Denki no sabía cómo reaccionar, en realidad no sabía que había pasado en realidad pero ahora se encontraba en el patio de la escuela dando una tierna vuelta al lado de shinso y su hermana.

-denki acércate- gritó la Niño hacia el rubio haciendo que este se apegara un poco más a su hermano y colocando una corona de flores sobre su cabeza

La corona fue un poco chueca haciendo que muchos cabellos del rubio callaran sobre sus ojos y este tropezara un poco su caminar ante eso sacando pequeñas risas disimuladas de los hermanos, denki acomodó la corona y quitó los cabellos de su cara notando la tierna sonrisa que el alfa le ofrecía a él y no podía evitar que su cara se convirtiera en un tomate.

-para...para quien son las otras dos coronas?- pregunto denki viendo como La Niña aún cargaba dos coronas entre entre sus pequeñas manos

-mamá y papá- expreso la Niño emocionada liberando pequeñas fermonas inconsciente

-el profesor mic. No es nuestro padre Eri, deja de decir eso Eri o mamá se molestará- expreso el joven de cabellos obscuros con el ceño fruncido logrando hacer que La Niña replicara su acción

-entonces donde está papá!!!- gritó esta furiosa logrando que el mayor parara su paso y la bajara de sus brazos

-el trabaja lejos, muy muy lejos de aquí Eri- explico el alfa ya un poco fuera de sus casillas

-está lejos porque odia a shinso mentiroso- gritó La Niña de regreso

El joven alfa se levantó y sus ojos se llenaron de furia mientras esparcía sus fermonas de alfa que lograban atemorizar a la menor. Antes que otra cosa sucediera denki se metió entre ellos y tomó a la pequeña entre sus brazos ocultándola en su cuellos.

-shinso tus fermonas!!- grito denki con el ceño fruncido hacia el alfa el cual lo miró por unos segundos y luego giró su rostro varías veces- tranquila Eri, estás bien....te compro un helado en lo que shinso pone sus pensamientos en orden?- pregunto el omega mayor hacia La Niña la cual asintió sin despegar su rostro del cuello del rubio- volvemos ahorita, vamos por un helado- expreso el rubio hacia el alfa tomando rumbo hacia la cafetería

El alfa suspiro frustrado, el odio se había consumido de el, pero sobre todo, ahora era la vergüenza, en serio había liberado sus fermonas frente de un omega como denki?, que pensaba?, qué tal si provocaba su celo o mucho peor, qué tal si el utilizaba su voz de alfa y lo obligaba a hacer algo?, claro que eso no se lo podía permitir, no quería hacerle daño a denki, el era...denki era especial, nunca haría algo para dañarlo.

Shinso se sentó debajo de un árbol cercano y revolvió un poco su cabello viendo como a lo lejos ya se acercaban ambos omegas hacia el, La Niña se acerco primero y con el ceño fruncido entregó una paleta helada sabor fresa a su hermano sorprendiendo a este el cual no dudó en tomarla.

-lamento los que dije shinso- dijo la pequeña viendo de reojo como su hermano le sonreía y revolvía sus cabellos

-yo lamento lo que hice, debió darte mucho miedo, cierto?- pregunto el alfa a lo cual La Niña sonrió y miró a su hermano retadora

-claro que no, a mi nada me da miedo, soy como mamá- gritaba La Niña con una gran sonrisa mientras comía su helado y comenzaba a correr por el verde pasto del lugar persiguiendo mariposas

Denki tomó asiento junto shinso y ambos observaron felices a la menor la cual corría de un lado a otro.

-oye...lamento lo de las fermonas...fue un error mío y....- expreso shinso nervioso mirando al rubio el cual lo interrumpió y sonrió tiernamente

-te comprendo, está bien, eres un alfa y es un poco difícil controlar las fermonas...simplemente intenta no usarla en el futuro con ella o con alguien más, es una experiencia....- decía el omega intentando sonreír aunque un poco temoroso en sus ojos y palabras

Shinso sin dudarlo abrazó al rubio escondiendo a este entre sus brazos siendo correspondido casi de inmediato por el.

-yo...nunca usaría mis fermonas o incluso mi voz para ti....- susurro el alfa en el oído del rubio el cual se sorprendió un poco ante las palabras

Denki se separó un poco del alfa quedando ambos frente a frente, sus respiraciones comenzaban a mezclarse, acaso eso había sido alguna clase de declaración o solo era por el momento?, no comprendían pero estaban dispuestos a averiguarlo entre sus labios, al menos ese era el plan hasta que cierta niña se acercó corriendo hacia ambos saltando sobre el omega rubio separándolo de su hermano y haciendo que este se golpeara un poco con el árbol.

-Eri, debes tener cuidado, eso fue peligroso- regaño shinso a La Niña la cual frunció el ceño y abrazó al rubio el cual se sorprendió un poco aunque aceptó gustoso el abrazó

-pobre Eri, a sido muy regañada el día de hoy, no creo poder regalarte un helado siempre que exaltes a tu hermano, se terminaría mi mesada- expresaba el omega entre risas acariciando el cabello de la menor sacando carcajadas de este

-eres muy bueno con los niños- expreso shinso sorprendido viendo como su hermana se tranquilizaba con el

-ya sabes, cuando eres un omega te crían para que algún día puedas tener tus propios hijos, aprendí a cargar bebés antes que jugar fútbol- bromeó de mala gana el omega mientras acariciaba la cabeza de La Niña la cual disfrutaba de su estómago

Shinso no pudo evitar estirar su mano hacia la cabeza del rubio y entrelazar sus dedos ante las suaves y delicadas cebras amarillas de su cabello llamando la atención de este el cual disfrutaba de su leve toque.

-tú serás excelente en todo lo que te lo propongas, en un pro hero, en la vida, en el amor...- susurro el alfa para luego volver a poner su brazos en su lugar y girar su vista hacia la nada

Ninguno de los dos aún comprendía bien que pasaba pero fuera lo que fuera disfrutaban el momento, el ahora, la delicada experiencia de estar el uno con el otro.

Un novio para papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora