3-6-5

235 27 5
                                    


—¿Qué vas a hacer ahora?


—Tengo que traerlo de vuelta. No puedo vivir sin él.


Sehun y sus amigos estaban sentados en la cafetería de la universidad. Ya había pasado una semana desde que Luhan se fue y con la ayuda de Shin y HeeYoung, Sehun había salido del apartamento. Había estado encerrado en el apartamento durante toda la semana, negándose a comer o beber algo, o a reunirse con alguien. Así que, ahora parecía un zombi con la piel gris, los ojos sin vida, su cuerpo delgado y su voz gutural. Sus amigos lo obligaron a comer un par de sándwiches. Comió de mala gana, se sentía como si tuviera una mala resaca y su estómago se resistía a aceptar la comida.


—No has estado bebiendo, ¿o sí? —Preguntó Shin, preocupado.


Sehun negó con la cabeza, ya que era la verdad. Sabía que beber sólo empeoraría su dolor y no lo haría sentirse mejor. Así que se mantuvo alejado del alcohol.


—¿Cómo piensas traerlo de vuelta? —Preguntó HeeYoung.


—Tendré que ir a Pekín, —respondió Sehun con firmeza. No había otra manera. Luhan no le había dejado ningún número de teléfono e incluso había desactivado su cuenta de correo electrónico.


Shin y HeeYoung intercambiaron miradas. Sabían que Sehun estaba empeñado en recuperar a Luhan. Podrían intentar hacerlo entrar en razón, pero sería una pérdida de tiempo. Sehun lo había decidido desde el momento en el que vio la habitación vacía de Luhan y leyó su carta. Shin y HeeYoung ya le habían prometido que le ayudarían con todo para que pudiera ver a Luhan, así que ahora no había vuelta atrás. Acordaron en silencio con sus miradas que cumplirían la promesa que le hicieron a Sehun.


—Muy bien, si vamos a hacer esto, —dijo Shin y suspiró—, necesitamos un plan.


HeeYoung asintió con la cabeza y dijo: —Necesitamos la dirección de Luhan hyung en Beijing. ¿La tienes?


—No, —dijo Sehun, con la voz un poco rota.


—No te preocupes, —dijo Shin, acariciando la espalda de Sehun, —no puede ser tan difícil de conseguir.


—¿Tienes suficiente dinero para el vuelo? —Preguntó HeeYoung, con cuidado. Sabía que si no lo tenía, Sehun se derrumbaría por completo. Ya se veía muy vulnerable.


—No, no tengo, —dijo Sehun, cubriendo su rostro con sus manos, —gaste todo mi dinero en el viaje a Europa. ¿Por qué demonios fui allí? Mira lo que pasó. Si hubiera estado aquí, Luhan nunca se hubiera...


—No es tu culpa, Sehun, —dijo HeeYoung, con voz tranquilizadora, —todo es por culpa de ese-


—¡No digas su nombre! —Le advirtió Sehun, HeeYoung asintió con la cabeza y levantó las manos en señal de rendición.


Hyunae le había dicho a Sehun lo que había causado la repentina partida de Luhan, Chang había estado diciéndole a los demás que Luhan era un enfermo mental y que él era como su ángel guardián. Sehun se había reído histéricamente al principio y luego lloró durante mucho tiempo después de haber escuchado aquello. Se sentía más jodidamente deprimido de lo que ya estaba y sólo podía imaginar lo mal que debía sentirse Luhan consigo mismo. Deseó que Luhan le hubiera dado una oportunidad de apaciguar su mente y ayudarlo a darse cuenta de que era la persona más increíble que Sehun había conocido. Sehun quiso irrumpir en el apartamento de Chang y darle una paliza, pero pensó que no tenía sentido ensuciarse las manos. No tenía tiempo para lidiar con alguien tan ruin como Chang ya que tenía un problema mayor que solucionar: traer de vuelta a Luhan.

I Think My Roommate Loves Me... [Traducción Autorizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora