HunHan

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—¡Renunció!


—¡¿Qué?! —Dijo Jae Yoon y su mandíbula cayó hasta el piso. Odiaba a Luhan porque era más inteligente que él y la gente lo quería más. Pero si Luhan dejaba el equipo, Jae Yoon estaría en un gran problema. Luhan era el cerebro detrás del nuevo software que salió al mercado y si surgía algún problema, Luhan lo resolvería en minutos. Otra cosa era que Jae Yoon hubiera tomado todo el crédito y ahora fuera el jefe de Luhan. Pero si Luhan decidía renunciar, todo el mundo sabría que Jae Yoon no tenía ni idea de cómo manejar las cosas. Sería una gran bofetada en su cara.


—Sí, Jae Yoon, —dijo Luhan, apretando los dientes, —Renuncio. Así que buena suerte con tu...


—¡Oye, oye, oye! —Dijo Jae Yoon, levantándose de su asiento, —olvidémonos de esto, ¿de acuerdo? Lo siento por mis comentarios ligeramente hirientes. Lo estás haciendo muy bien.


—¿Comentarios ligeramente hirientes? —Preguntó Luhan, con un tono de burla en su voz, —Me dijiste que era un maricón que ni siquiera podía sentarse porque se lo follaban todas las noches.


Muchas personas estaban parada afuera de la oficina de Jae Yoon escuchando los gritos de Luhan y lanzándole miradas furiosas a Jae Yoon.


—Dime algo, —dijo Luhan, el volumen de su voz era peligrosamente bajo, —¿quién hizo todo el trabajo?'


—Tú... —dijo Jae Yoon, temblando. El aura tierna y cálida de Luhan había desaparecido y había sido sustituida por una versión aterradora de él. Jae Yoon tenía miedo ya que si Luhan quisiera podría apretarle las pelotas y convertirlas en papilla.


—¡Así es! —Dijo Luhan, riendo histéricamente, —¿y qué hiciste tú?


—Nada, —dijo Jae Yoon pero se arrepintió inmediatamente.


—Entonces, ¿qué vas a hacer ahora? —Dijo Luhan, con los puños apretados.


—Darte una disculpa por escrito y un aumento de sueldo, —dijo Jae Yoon como un robot.


—Y también unas vacaciones más largas, —dijo Luhan, golpeando con el puño el escritorio.


—Sí, sí, todo... —dijo Jae Yoon que parecía que se iba a mojar en los pantalones en cualquier momento.


—Bien, muy bien, —dijo Luhan y sonrío, —wow, no pensé que sería tan fácil.


Jae Yoon lo miró boquiabierto y Luhan dijo: —Gracias Jae Yoon. Si no te importa me tomaré el resto del día libre.


La multitud que estaba enfrente de la oficina de Jae Yoon se dispersó mientras se reían y lo señalaban. Jae Yoon se encogió en su asiento al darse cuenta de que Luhan lo había superado de nuevo. Luhan no era una de las personas que aceptaban la mierda de nadie, aunque fuera su jefe.


Luhan salió por la puerta del edificio y disfrutó la hermosa sensación que le transmitió el sol.

I Think My Roommate Loves Me... [Traducción Autorizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora