-Yo sigo mis propias reglas cinco, no necesito a un principe que me salve...
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-Mierda thalia escuchame, te estoy tratando de proteger, ellos te haran daño
-Pues que se jodan, igual no les pienso hacer caso a...
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La carretera está completamente silenciada, no se escuchaba más que las respiraciones de cada uno y las miradas desafiantes que nos lanzábamos del uno al otro, pero todo eso se detuvo cuando comenzó a escucharse, cada vez un poco más fuerte... ¿Que mierda estaba sucediendo?
Un camión de helados. Un camión de helados se acercaba a una gran velocidad
-¿Que diablos?-murmure, hasta que recordé, estúpidos Klaus y Diego, yo misma los golpeare para arreglarles el cerebro
-¿Es ella?-el rubio mitad orangután lanzo aquella pregunta al aire
-Dudo mucho que alguien poderoso llegue en un camión de helados, Idiota-Dije dándole un zape
-¿Que demonios hace el aquí?- Ahora fue cinco quien contesto en un tono molesto
Klaus saludando desde el asiento del camión, estaba molesta pero esa acción hizo que una gran sonrisa divertida, adornara mi rostro
En el frente del camión iba Ben emocionado, me saludo también
-¡Wheeeee!-gritaba el, delvolví el saludo moviendo mi mano de derecha a izquierda, imitando lo que el hacia
Klaus celebraba, Cinco estaba siendo un imbecil al exponerse de esta manera ante la comisión pero número cuatro, hasta ahora era imposible ignorar
-¡Es una trampa!-el grito de Chacha me hizo volver a la realidad, al instante los sicarios comenzaron a disparar, detuve la balas en el aire pero mis sentidos gritaban peligro y de repente todo se detuvo, algo me decía que se suponía que yo no debía estar consciente en ese momento
Mire a mi alrededor confundida, Cinco me veía igual de extrañado, nada más parecía moverse, ni nadie tampoco
La encargada estaba aquí, frente a nosotros, con un estilizado vestido de piel negra, su cabello peinado perfectamente y un ridículo sombrero sobre el
-Buen truco no lo creen- Pregunto ella, quito el velo que cubría su rostro y después quito sus gigantescas gafas negras- Hola Cinco-su mirada fue hasta a mi, me observó de pies a cabeza antes de elevar una ceja con una leve sonrisa-Oh la pequeña thalia, el vivo retrato de tu madre, no me sorprende porque tu no estas congelada, puff considerando quien es tu abuelo, pues si tiene un poco de sentido. Que suerte tienes- Menciono mirando a Cinco prácticamente saboreandoselo con la mirada. Vieja Verde tenía que ser
Eleve mis cejas sorprendida al oírla mencionar a mi madre
-Son lindos juntos, considerando todo. Es bueno verte de nuevo-esta vez se dirigió al pelinegro de mi lado- Es como si nos hubiéramos conocido ayer, eras más viejo entonces
Al oírla hablar arrugue mi nariz en señal de disgusto
-¡Enserió harán esto! ¿ahora?-interrumpi, ella me miró sorprendida- Anciana, he tenido días horribles y no creo que después de mandarlo a matar, sean los mejores amigos del mundo- sonrió al escucharme
