Capítulo I

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Cuando Bruce le pidió a Damian hacerse caso de las nuevas oficinas de Wayne Enterprises en Metrópolis, Damian sabía que negarse no era una opción viable para su padre, así que aceptó aunque mostraba su inconformidad en cada oportunidad.

Por si fuera poco, cometió el minúsculo detalle de confiar en Jon, su mejor amigo, para que él se encargara de conseguirle un departamento, en lugar de acudir a una empresa, confiable y que supiera que hacía.

El día de su llegada a Metrópolis se afligió al ver el "increible" departamento que Jon no dejaba de alabar. No es que fuera una terrible opción, para una persona normal. Pero Damian Wayne estaba acostumbrado a vivir en un departamento de 120m2, con acabados de lujo y amplios ventanales, por decir algo, mientras que el departamento que Jon había rentado en su nombre era un modesto espacio de 90m2 con dos habitaciones, 2 baños, sala, comedor y un pequeño balcón.

Damian inhaló profundamente antes de dar otro vistazo al espacio parcialmente lleno de algunas cosas que había comprado con anticipación. Jon había firmado el contrato por seis meses, es decir por la mitad de tiempo que él iba a estar allí.

Es tú culpa por dejarte convencer por Jon, pensó. No tenía caso argumentar. Se quedaría ahí los próximos seis meses y después él se encargaría de conseguir el departamento que mejor se acomodara a sus necesidades. Además de que al ser el primer año de WE en Metrópolis, seguramente pasaría gran tiempo fuera y solo llegaría a dormir a aquel lugar. Ni siquiera notaría el espacio. Suspiró.

"... y está muy cerca del centro. De verdad que es de los mejores edificios. El Parque Metrópolis está a solo unas cuadras caminando, a Titus le encantará." Jon continuaba murmurando sobre las ventajas y maravillas de aquel lugar, Damian había dejado de escuchar desde hace rato y solo volteaba su vista hacia él ocasionalmente y asentía como señal de que le ponía atención a pesar de no ser así.

"Bueno, ya estamos aquí. Mañana vendré a terminar de acomodar el lugar." Damian por fin habló, Jon alzó una ceja no comprendiendo bien lo que quería decir.

"¿No vas a quedarte hoy? Hasta arme tu cama." dijo el ojiazul señalando hacía la habitación.

"Y te lo agradezco, pero será mejor que pase la noche en un hotel. ¿Vamos a comer?" dijo cambiando de tema para evitar que Jon intentara convencerlo de lo contrario. Avanzaron hacia la salida, Damian fue el primero en salir pero se detuvo en seco al ver una mujer de largo cabello negro por el pasillo.

Lllevaba un vestido negro de cuello alto cubierto por un sueter gris y beige, amarrado con un cinturon delgado que hacia resaltar su figura.

Es hermosa, pensó Damian, observándola en silencio. Los ojos de ella se posaron en él por un instante y asintió como gesto cortesía antes de volver la vista al frente. Cómo pocas veces en la vida, Damian sintió la necesidad de detener a la mujer pero Jon, que iba apareciendo detrás de él, se adelantó.

"¡Hola Rae!" La mujer detuvo su paso y volteó con una sonrisa en el rostro.

"Hola, Jon." saludó.

"¿Cómo estás? ¿Vives en este piso?" Jon preguntó casualmente y la chica asintió.

"En este departamento." Señaló a la puerta de al lado del departamento de Damian.

"¡Increíble! Dami vas a tener a la vecina mas genial." Jon se volteo entusiasmado y dio una palmada en el hombro a su amigo. "El es mi amigo que te conté. Dami, ella es Rae, era mi tutora en la escuela y mi vecina favorita." dijo sonriente. Damian se apresuró a extender su mano hacía la mujer.

"Que tal. Damian Wayne." ella tomó su mano y Damian juro que jamás había tocado una piel tan suave y tersa como la de ella.

"Raven Roth. Así que Damian Wayne estará en nuestro humilde edificio."

A través de la paredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora