Santiago Revengers [Tokyo Revengers Chilensis]

La micro

-Ni cagando voy caminando weon, hace un frío de mierda-dijo el Draken

-Tuviste que haber venido más abrigado no más po -le respondió el Mikey.- El pasaje ta muy caro, a no ser de que Takemichi se quiera rajar. -lo quedó mirando y le levantó las cejas.

-No que wea, como salen de la casa sin plata.

-Yo puedo pagarles el pasaje a los tres.- saltó la Hinata , ella si tenía plata, su papá es detective privado. La wea es que ella no termina de decir eso y los dos, el Draken y el Mikey agarran sus billeteras y empiezan a contar las monedas, ninguno quería hacerla gastar de más.

-No te preocupí, acá tengo luca.

-¿Tan caro está? -preguntó Mikey

-Por lo menos 500 pesos- le respondió el Draken

-Conchetumare país reculiao, no voy a pagar ni una wea.

-Amor, ¿querí que te pague el pasaje?-le preguntó el Takemichi a la Hinata, se estaba haciendo el caballero.

-No, no, yo puedo, gracias igual.

Les costó un buen rato encontrar micro, porque no pasaba ninguna. Igual bien tarde se les había ocurrido salir po, ya eran las siete y media, y el  supermercado cerraba a las ocho así que tenían que ir rajaos. ¿Por qué iban al super tan tarde? Porque a la Hinata se le había olvidado comprar el pan pa la once, había invitado al Takemichi a estudiar pero no había pan en su casa, así que su mamá la mandó a comprar. Como son las mamás, aprovechó de mandarle una lista con todas las cosas que faltaban en la casa. La niña era media pajarona, así que también se le olvidaron las bolsas, menos mal se habían pillado con el Mikey y el Draken pa ayudarlos a llevar todo en la mano.

-Ahí viene una- dijo ella, le tiritaba la voz por el frío.

-Parece que viene llena- dijo el Takemichi.

-Que tanta wea, vamos parados no más- dijo el Mikey, parándose en la mitad de la calle pa que el chofer tuviese que parar si o si.

Y se subieron, a mala si, porque el tío de la micro los retó, no entraba ni un alfiler pero ellos se subieron a lo choro no más, si tampoco es que estuviera tan lejos la wea.

-Y tú cabrito, ¡paga el pasaje! 

-¡Si tampoco es un viaje tan largo! -le gritó el choro Mikey

-¡Eso no importa!- no esperó a que se instalaran y partió rajao. 

La Hina casi se cae, pero alcanzo a agarrarse del Takemichi. En cuanto al Draken, como era tan grande, tenía buen centro de gravedad, y solo se movió un poquito. El pobre Mikyey fue el único que se fue de poto. Taba a punto de ir a pegarle al conductor, pero el Draken lo detuvo. Anduvieron un rato no más, como les dije, tampoco quedaba tan lejos. Como micro común y corriente, taba pal pico, toda rayada, le faltaban asientos y como era de esperarse, el botón pa bajarse no funcionaba.

-El botón ta malo.-dijo la Hinata media triste porque no sabía como avisar que se quería bajar.

-Aer, tení que apretarlo fuerte no má -dijo el Takemichi que igual le daba vergüenza gritarle al chofer.

-No hay de otra, ya Kenchin, partiste-. Mikey se quedó mirando al Draken esperando a que haga algo.

-Puta la wea, de nuevo- agarró impulso y le mandó el solo grito al tío- OE PARA LA MICRO SHUSHETUMARE NO VEÍ QUE LA REINA SE QUIERE BAJAR.

Y frenó en seco, igual le faltaba pa llegar, pero estaba chato, les gritó 

-¡Bájense antes de que llame a los pacos!

-Uy que susto, un paco. POR EL PICO LA YUTA CULIÁ QUE TANTA WEA CONCHTUMERE TE PONÍ ENTERO BRÍGIDO ES TU MICRO CULIÁ DE MIERDA QUE TA MALA NOSOTROS TAMOS TRATANDO DE AVISAR QUE NOS QUEREMOS BAJAR PERO LA CAGÁ DE BOTÓN NO FUNCIONA PO

-Ya oh, cállate Mikey si igual es una sola cuadra.

Se bajaron, pero incluso después de que se haya ido, el Mikey seguía puteando al tío de la micro. El Draken lo tenía agarrado de la polera pa que no partiera corriendo a perseguirlo. Como un cabro chico lo tenía. La Hina taba cagá de la risa mientras que al Takemichi le daba una vergüenza ajena, que te la encargo.