Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG

El primero

⚠️ Este capítulo tiene contenido adulto +18 leer bajo su propio criterio.

Cuando la práctica terminó todos corrieron a las regaderas haciendo una fila imposible para asearse.
Mi única opción en este momento es no bañarme, digo, ¿lo hice hace unas horas no?

—¿No vas a ducharte?— Preguntó sobre el pasillo vacío de las habitaciones.

—¿Me estás juzgando Park Jimin?— Alcé una ceja mientras mi amigo secaba sus rubios cabellos con una toalla —De seguro se acabaron el agua tibia.

Hizo una mueca de asco —Solo a Jungkook le puede gustar una que no se baña.

Me lancé a el abrazándolo llenándolo de mi suciedad mientras el intentaba cargarme para apartarme de él. Talle mi rostro con el suyo y me colgué de su torso como un mono atrapándolo con mis piernas.

El suspiro pesado detrás de nosotros dejó helado a Jimin y yo me baje lentamente de él. Mi amigo seguía con una sonrisa y saludó a su superior. Yo me incorpore y mire a Yoongi ahí parado negando con la cabeza.

—No es lo que parece— Lo detuve por la manga de la camisa cuando caminaba hacia el otro pasillo. No obtuve respuesta solo sus ojos oscuros.

—Cadete, bésate con todo el cuartel me vale mierda.

Hijo de puta.

—Lo siento capitán, si lo hice pensar que era el único.

Le solté y me giré a Jimin quien estaba petrificado mientras él se iba.

—¿Con el?

—No deberíamos hablar de eso aquí— Mire a los lados.

—¿De eso? ¿De que? Joder, jooooder— Peinó su cabello hacia atrás.

—Shhh no hay nada no hay absolutamente nada ¿ok?— Hablé bajo —Hablemos de esto después.

—Pensé que nos contábamos todo.

—Jimin— Rogue con los ojos.

—Bien, bien, iré a mi habitación, te espero cuando... solo te espero.

Camine por donde se fue el peli negro y llegue a la puerta de su habitación. Decidí tocar, para mi sorpresa la puerta se abrió rápido y el hombre que buscaba me jalo adentro cerrando la puerta detrás de mi.

—¿A que estás jugando?

—Yo solo quería darte una lección.

Si su ceño se fruncía más me iba a reír lo juro.

—¿Sabes quien soy?

—Mi superior— Dije entre dientes.

—No Annia— Tomo mi barbilla con sus largos dedos, la luz cálida caía sobre nuestros rostros— Soy el hombre que te cuida aquí, tú me diste ese maldito cargo.

—No necesito que me cuides, yo soy capaz de lo mismo que tú.

—Te cuido en otro sentido, te estoy haciendo compañía en tu oscuridad y la verdad... tú me haces compañía en la mía.