La negativa de Tatsuya

14 6 0
                                    

Creí que con ese problema bailando en mi cabeza resultaría difícil concentrarse en clases, sin embargo, logré mantener mi atención hasta tal punto de olvidar al chico nuevo. Cuando las clases terminarón camine lentamente hacia la oficina del director con Yuu Hayashi detrás, siguiéndome. Di media vuelta y lo ví a los ojos.
- No tienes otra clase? - pregunte, era obvio que él también había sido citado, yo lo sabía puesto que había estado pensando en eso durante todas las clases, pero detestaba que no dijera nada.
- El profesor me pidió que fuera a la oficina del director. Igual que a ti - respondió frotándose las manos nerviosamente. No le respondí y seguí mi camino. Cuando llegué toque la puerta suavemente y una voz ronca pero firme me dijo desde adentro:
- Adelante! - yo entré y dejé la puerta abierta para que Yuu también entrara. El director era un hombre corpulento, con más grasa que músculos, de estatura mediana, y a pesar de su horrible olor a repollo, su rostro y ropa parecían impecables. Varias veces quise averigüar que causaba ese olor, y resultó que usaba un shampoo de vegetales. Nos miró a ambos, pude ver cómo Yuu se sonrojaba y bajaba la cabeza.
- Nos cito a ambos, director - dije después de un momento. Él estaba intentando recordar que hacíamos nosotros ahí, cuando por fin pudo hacerlo se puso los anteojos y busco en su desordenado escritorio un portafolio. Yo sabía que era; mi libreta de notas. Pero aparte de eso...estaba el historial de Yuu. Así que era un alumno problemático...
- Yuu Hayashi, golpeaste a alguien detrás de la preparatoria...
- En mi defensa, señor, él comenzó....
- Señor director...- interrumpí con seguridad - no entiendo que tengo que ver yo en esto, como sabe, yo vivo solo, así que debo irme. - era obvio que yo sabía que rayos hacia ahí. El director sonrió.
- Tatsuya Maeda, Yuu Hayashi ha tenido varias faltas y su comportamiento deja mucho que desear...a tu diferencia. La señorita Ayako Ueno me ha pedido que le aumente la nota en sociales. Pero como usted adivinará, yo no regalo notas. - se detuvo, Ayako Ueno era la mujer que me vigilaba. Debí darme cuenta que mís notas en sociales eran un asco.
- Aún no comprendo, señor- dije, fingiendome inocente. Lo sabía, para subir mi nota en sociales tenía que hacer un sacrificio. Y ese sacrificio era: Yuu Hayashi.
- Yuu Hayashi pasará a tu cuidado durante el resto del año. Solo así tu nota en sociales subirá.
- Y yo que tengo que hacer? - preguntó Yuu.
- Aprender lo más que puedas de Maeda. - respondió el director.
- No lo haré. - interrumpí yo. El director sonrió. Lo sabía! Él sabía que yo no aceptaría.
- La señorita Ayako ha decidido que si no acepta, se irá al orfanato. - Yuu me miró sorprendido. Apreté los puños, no quería que eso pasará! - Pero sea cual sea tu decisión mañana habrá otra reunión como esta. Entonces me darás a conocer tu decisión. En cuanto a Yuu Hayashi...si Maeda no acepta estarás expulsado.
Yuu se puso pálido. Abrió la boca como si fuese a llorar pero solo dijo:
- No puede hacerme eso! Sabe que mi abuela depende de mí! - el director pareció conmovido, yo sabía que así era.
- Debiste pensar en eso antes de ser un mal alumno...y no me digas lo que puedo hacer o no... Vayanse los dos, mañana vengan a la misma hora, hasta entonces, Hayashi se quedará en tu casa, Maeda...- pareció darse cuenta de que iba a negarme y añadió - nada de reproches, Hayashi tu abuela ya sabe de esto, pueden irse.- esto era demasiado! La señorita Ayako sabía perfectamente cuanto quería yo evitar el orfanato y mis razones para hacerlo, aún así me hacía esto. Salí de ahí con Yuu siguiéndome, como una persona totalmente rebajada.
- Maeda...- susurro, no le hice caso y seguí caminando. La última clase ya había terminado y yo quería irme a casa. Pero sabía que Yuu me seguiría hasta ahí.
- Dime solo Tatsuya, no estamos para formalidades. Solo por hoy te quedarás en mi casa, luego podrás irte.- dije fríamente. A pesar de no estar usando mi habilidad pude sentir que él se entristecía y parecía a punto de llorar.
- Tatsuya, eres huérfano, verdad?- esto me tomó por sorpresa. Di media vuelta y lo mire directo a los ojos. No era tan difícil puesto que era casi tan alto como yo, podía ver lágrimas reprimidas, no solo de ese momento sino de hace años.
- Si - después de esta corta respuesta continúe caminando, sentía punzadas en el corazón.
" Hoy no " me ordené poniendo una mano en mi pecho. Llorar era como una droga y yo no tenía ninguna intención de volverme adicto.

Dulce agoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora