𝐗𝐈𝐗

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Capítulo 19


 ㅤㅤDraco Malfoy está parado justo debajo de mi ventana. Cierro mis ojos con fuerza y los vuelvo a abrir para averiguar si es un producto de mi imaginación, pero no lo es, él sigue allí. Me ha visto y me hace una señal con la mano para que baje, no estoy segura de que eso sea una buena idea pero tampoco quiero que mis padres lo descubran allí ¿Cómo supo dónde vivía? Y sobre todo ¿Cómo supo que ésta era mi habitación?

ㅤㅤDecido que no voy a contestar sola las preguntas así que tomando todo el valor que tengo, bajo las escaleras con las palabras de Irina en mi mente «él te quiere, Maia.» «Ninguno de nosotros sabe cómo, pero él es distinto contigo.» pero no podía simplemente olvidar lo que había hecho cuando él no lo sentía ni un poco.

ㅤㅤBajo a hurtadillas y me escabullo por la puerta principal, no hay señal de mis padres por ninguna parte y por un momento creo que será como en esas películas que de repente aparecen detrás de uno pero cuando veo a mis espaldas no hay nadie. Camino unos pasos hacia abajo de mi balcón, a aquel mismo lugar donde mi madre me había salvado de mi intento de no-suicidio el primer día que había estado en esta dimensión. —Vaya, qué mala idea había sido esa ahora que lo pensaba—. Draco me esperaba con sus manos en los bolsillos y su nariz y mejillas completamente rojas por el frío que calaba mis huesos en ese momento pues no había salido con abrigo, algo de lo que me arrepentí bastante.

ㅤㅤ—¿Qué haces aquí?

ㅤㅤ—Yo... necesitaba verte, Maia. —Su voz suena cansada y siento que no lo he oído en meses, el dolor atraviesa mi pecho pero lucho para encarcelarlo en el rincón donde estaba momentos antes de que él apareciera aquí.

ㅤㅤ—¿Qué quieres, Malfoy? ¿Cómo sabes dónde vivo?

ㅤㅤ—No me llames así, por favor... no... —cierra los ojos interrumpiéndose a sí mismo y toma aire antes de poner aquella sonrisa arrogante que me irritaba antes y ahora solo hace que todo mi cuerpo completo duela. —Tengo contactos. No fue difícil averiguarlo.

ㅤㅤNiego con la cabeza frunciendo mi ceño y cruzo mis brazos en mi pecho, intentando conseguir algo de calor. Mi mayor abrigo es el jersey que me ha regalado la señora Weasley.

ㅤㅤ—Debes irte. —Mi voz suena tan severa que me sorprendo a mi misma y Draco reacciona ante eso, el dolor cubre sus facciones y me siento culpable por ser quien lo ocasiona pero debe irse.

ㅤㅤLo observo detenidamente por primera vez, sus labios están rotos como si se los hubiese estado mordiendo sin parar; debajo de sus grises y ahora opacos ojos tiene unas pronunciadas ojeras violetas que casi hacen un conjunto llamativo pero se ve cansado, se ve... demacrado y tengo el impulso de preguntarle si está durmiendo bien pero muerdo mi lengua y me contengo hasta que él vuelve a hablar.

ㅤㅤ—¿Has... has abierto mi regalo al menos?

ㅤㅤ—No. No deberías enviarme regalos, ya no somos nada. —Le recuerdo y mi corazón duele.

ㅤㅤ—Por favor, ábrelo. —Vuelve su mirada a mis ojos y siento que puede leer mis pensamientos, siento que va a descubrir que le estoy mintiendo y que realmente muero por abrazarlo, muero por quitarle esa expresión torturada de su rostro y me odio a mi misma por sentir tanto por alguien a quien le gusta hacer sufrir a mis amigos.

ㅤㅤÉl se da la vuelta sin decir nada y comienza a caminar lejos de mi casa, me quedo unos momentos de pie, esperando hasta que un chasquido me indica que ya no está allí y me he quedado sola de pie frente a la congelada entrada de mi casa. Todo mi cuerpo comienza a temblar y sin previo aviso suelto un sollozo, mis ojos se inundan en lágrimas y me desmorono sin poder contenerme ya. Caigo de rodillas en el suelo y abrazo mis piernas, ocultando mi rostro allí mientras dejo salir todo. ¿Por qué duele tanto? ¿no debería ser el amor algo fácil y bonito? Es entonces cuando lo sé: ¡Demonios, estoy enamorada de Draco Malfoy!

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