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𝐗𝐗

Capítulo 20

ㅤㅤMe despido de mis padres con apuros mientras corro hacia la locomotora junto a un montón de estudiantes que llegan igual de tarde que yo.

ㅤㅤ-¡Nos vemos pronto, escríbeme! -Grita mi madre mientras rodea a mi padre con un brazo y sacude su otra mano hacia mi a modo de saludo.

ㅤㅤLes sonrío y me meto dentro del vagón, buscando por las puertas a los gemelos, a Lee o a Irina pero no encuentro nadie y el tren comienza a andar. Estar de pie mientras esta enorme máquina está en movimiento me causa nauseas y comienzo a sentir el nudo en mi estómago así que me apresuro dentro de un compartimiento vacío y me hundo en el asiento, dejando mi baúl en el suelo, a mis pies, los cuales apoyo encima.

ㅤㅤNo he estado durmiendo bien en los últimos días. Todo lo que pasa por mi cabeza es la mirada torturada de Draco, las palabras de Irina, las palabras de mi padre, la carta que Draco me había escrito y la sensación de estar perdiendo algo. Así que cierro los ojos, buscando tener una siesta reparadora lo que dura el viaje.

ㅤㅤNo sé cuánto tiempo llevo dormida, pero me parece que acabo de cerrar los ojos cuando alguien me despierta. Parpadeo varias veces antes de ver a Draco de pie frente a mi, él acaba de ponerme su capa encima y entonces noto que estoy realmente helada. Algo adormilada levanto mi vista hacia él y se aleja, sentándose en el asiento del frente pero no dice nada. Nos quedamos mirándonos uno al otro por tanto tiempo que creo que afuera del compartimiento el mundo se ha detenido.

ㅤㅤ-¿Abriste el regalo?

ㅤㅤ-Sí, gracias.

ㅤㅤEl silencio nos envuelve una vez más pero ahora se siente como si ambos tuviésemos algo que decir pero que ninguno se atreve a mencionar. Nos quedamos callados mirándonos y entonces él desvía sus ojos hacia la ventana. Miro hacia allí sólo para comprobar que ya está atardeciendo, no debe faltar demasiado para llegar. Draco sigue con esas horribles ojeras moradas y sus ojos están tan tristes como la primera vez que lo vi, aquella enfadosa voz en mi cabeza me dice que está así por mi culpa. Pero no es cierto, es su culpa por haber hecho lo que no debía.

ㅤㅤ-Te extraño tanto... -suspira sin quitar la vista de la ventana aunque pienso que realmente no está mirando nada, se ve perdido. -Lo siento... siento haber herido tus sentimientos, Maia.

ㅤㅤ-Es que no lo entiendes. No son sólo mis sentimientos. Son los de personas buenas que no han hecho nada para merecerlo. Personas que ni siquiera te has dado el lujo de conocer, no tienes razón para hacerles sentir mal, tú... los desprecias sólo porque sí. -Intento que me comprenda desesperadamente, quiero que entienda la razón por la que estoy tan herida, tan enojada con él pero él descarta mi explicación con un chasquido de su lengua.

ㅤㅤ-No es sólo porque sí, ellos son unos traidores a la sangre. Claro que tengo motivos para despreciarlos.

ㅤㅤ-¿Traidores a la sangre? Entonces tú también lo eres, porque por si no lo sabías yo soy mestiza.

ㅤㅤMe quedo en silencio, sorprendida luego de que lo digo, ni siquiera yo era consciente de aquello, era evidente que los recuerdos de esta Maia se habían metido tan dentro de mi que ya sabía cosas que ignoraba por completo saber. Pero Draco no se ve sorprendido, por el contrario, frota sus manos en sus piernas y asiente muy lentamente volteando a verme una vez más.

ㅤㅤ-Lo sé, Maia.

ㅤㅤNo sé qué decir, me quedo en silencio y lo único que escucho es el sonido del tren, el olor de Draco me inunda y cierro mis ojos para disfrutarlo en secreto. No me he quitado la capa que me ha puesto encima y la estoy aferrando como si fuera una manta pero me obligo a quitármela y la estiro hacia él, volviendo a abrir mis ojos para verle.