Aquellos recuerdos que Lan Wangji había tenido sobre Wei Wuxian fueron borrados por un sello que Lan QiRen ordenó colocar sobre el segundo jade de Lan y así no recordar nada sobre aquel cultivador demoníaco pero al ver lo mal que la pasaba su herman...
Han pasado 4 días después de que Lan Wangji recibiera aquellos 33 golpes del látigo de la disciplina, este se encontraba sentado en su cama supuestamente descansando pues aquellas profundas heridas no le permitían continuar con su rutina diaria, a pesar de esto el joven de tez pálida no se podía permitir descansar sabiendo que el Patriarca Yiling quien era alguien importante para el, le había sido arrebatado de su lado.
-....como te sientes?
-....
Aquella aura silenciosa que abarcaba toda la habitación del Jingshi se vio interrumpida por una voz llena de preocupación pues se trataba de el hermano mayor de Lan Wangji, Lan XiChen quien se encontraba a las afueras de la habitación pues como ya se sabía, a aquel lugar nadie era invitado a pasar aunque por las heridas del segundo hermano era necesario que alguien pasara a cuidar de el. La puerta fue abierta por aquel hombre de rostro melancólico, en sus manos tenía un recipiente de cerámica lleno de agua de el "Manantial Frío" lugar al cual Lan Wangji no podía ir ya que sus heridas no le permitían caminar.
Lan XiChen se acercó lenta y silenciosamente, su expresión seguía sin cambiar pues al no agradarle la situación por la que estaba pasando su hermano lo único que podía hacer era cuidando de el. Sentándose en la cama donde se encontraba el contrario con ya la espalda descubierta y lentamente el mayor remojo un pequeño paño de tela suave en el agua para después pasarlo por cada una de las 33 heridas con sumo cuidado.
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La expresión en el delicado rostro pálido de Lan Wangji había cambiado de su tan característico rostro de frialdad a uno de dolor, al sentir como aquel pedazo de tela húmeda pasaba por cada una de aquellas desgarradoras heridas simplemente hacía que su rostro sea lastimoso. Por otro lado Lan XiChen aún con el mismo cuidado trataba cada golpe que había recibido su hermano en la espalda, bien sabía que en uno o dos días la secta GusuLan prepararía aquel triste evento al cual habían llamado "El sello de los Jades de Lan" Pues este sello consistía como su nombre lo decía, en que uno de los dos Jades de Lan debía de recibir un sello en sus recuerdos con todo aquello relacionado al cultivo demoníaco, como ya era de esperarse, Lan Wangji era aquel jade que debía recibir el sello con tal de la protección del individuo y la secta completa pues si las demás sectas se llegaban a enterar de que uno de los discípulos más importantes de GusuLan protegió al Patriarca Yiling este sería deshonrado.
-Escucha Wangji, en poco tiempo se llevará a cabo el sello en tu memoria pero...¿Estarás bien al no poder recordar nada del joven maestro Wei?
Ante la pregunta que le había hecho el mayor, Lan Wangji no estaba seguro de que todo estuviera bien, aunque el era reconocido por ser una persona de carácter frío y recto esta vez se encontraba en un estado de ánimo muy mal, no tenía claro sus pensamientos pues lo único que podía recordar eran todos esos momentos que paso peleando, discutiendo y regañando a Wei Wuxian, únicamente pensaba en el pero para darle una respuesta a la pregunta de su hermano solo asintió con la cabeza.
-Entiendo...bien entonces te dejo descansar y por favor trata de relajar tu cabeza, no pienses de más o te puede dar un gran dolor de cabeza.
Cuando termino de decir aquello, Lan XiChen volvió a tomar en sus manos el mismo recipiente con agua a menos de la mitad de agua y dentro estaba el paño de fina seda blanca, se levantó de la cama y nuevamente así como había llegado en silencio volvió a salir de la habitación sin decir una sola palabra para finamente quedar completamente en silencio. Después de unos segundos que se fue su hermano, Lan Wangji se coloco nuevamente su vestimenta mirando sus manos las cuales estaban rojizas pues momentos atrás cuando le estaban tratando sus heridas apretaba los puños para resistir el dolor.
-.....
Lan Wangji no decía nada hasta notar que ya faltaban 5 minutos para dar las 9:00 pm. Se recostó cuidadosamente en la cama y con algo de dificultad por el dolor causando en su espalda, durmió.
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