NICOLAS
—Todo esto es estúpido— digo suspirando.
—No es estúpido, es refrescante— dijo Ares en mi cabeza. Ruedo los ojos y saltó del árbol.
Empiezo a caminar por el bosque. Ares se ha empeñado en que debemos de patrullar el bosque todas las tardes ¿Para que? Solo él lo sabe, debo de tener el lobo más paranoico.
—No soy paranoico—dice este molesto—. Es bueno estirar las piernas de vez en cuando y esto le ayuda a tus sentidos, en vez de estar jugando video juegos con Marcus y Alexander o en su defecto pasarte la tarde entera escuchando a esa chica hablar— a Ares no le cae bien Maya.
—Esta bien, pero todos los días ¿es necesario?— preguntó fastidiado subiendo a otro árbol y viendo como el sol empieza a ocultarse poco a poco dejando un rastro púrpura.
-- Si. -- responde este— Algún día me lo vas a agradecer.
Dudaba eso, tenía un mes haciendo estas rondas por el bosque y aun no sentía la emoción que él sí sentía por estar aquí saltando de árbol en árbol.
Desde este árbol podía ver un poco del pueblo GrandHill, mí manada, mi gente, mi pueblo, mi familia y en unos meses serán mi responsabilidad cuando me vuelva el alfa.
El alfa…
No mentire me acojonaba, me preocupaba no dar la talla y que todos pensaran que no debía de ser el alfa.
No pienses en eso, eres capaz y no hay mejor líder que tú— empezó Ares con el discurso de siempre cuando las inseguridades me arrinconaba—. Serás un excelente alfa y aquí estaré yo para ayudarte.
Sus palabras siempre me daban valor y me hacían sentir capaz de todo, por eso era que le daba el gusto de venir a patrullar todas las tardes al bosque. Cuando Ares se manifestó por primera vez en mi cabeza tenía 15 y desde entonces se ha convertido en un guía, un amigo, una parte de mi que si me llegara a falta jamás podría volver a funcionar, como un carro sin motor o sin gasolina.
Bajo del árbol dando por cumplida la patrulla de hoy, siento la decepción de Ares dentro de mí cuando empezamos a caminar hacia el pueblo.
Al cabo de unos minutos caminando veo las luces del pueblo. GrandHill no es un pueblo tan grande o moderno y oculto de la civilización, este territorio lo compró mi tatara abuelo.
Antes no había casa o los locales que hoy sí hay, mi abuelo había acoplado el pueblo a las nuevas necesidades de la nueva generación y mi papá cuando tomó el mando hizo lo mismo volviendo al pueblo un poco más moderno y yo lo haré cuando tome el poder, tal vez un bar.
Somos unas 200 personas en esta manada y somos muy diversos ya que aquí no solo había lobos, habían humanos como nuestro alcalde que era la fachada de nuestro pueblo por si un humano lo encontrara, y brujas las cuales protegían el pueblo de que los vampiros no lo encontrarán o entraran.
—Volví— grite desde la puerta y una pequeña bola de pelos marrón con negro se me tiro encima y empezó a gruñirme y luego dos más le siguieron a esta— ¡Wow! Estoy siendo atacado por los lobos más feroces— dije tirándome en el suelo haciendo que los tres lobitos se tiraran encima de mi.
— ¡Andrea, Daniel y Dylan Scott!— gritó mi mamá desde la cocina.
— Creo que alguien está en problema— dije viendo a los cachorros.
— ¿Cuántas veces les dije que cero transformaciones en la casa?— mamá se veía enojada mirando a los cachorros que se bajaron de mi y tenían las orejas caídas— Cambien ahora mismo.
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Nuestro Destino
Fantasía¿Que es el destino? ¿Creemos en el destino? ¿Creemos en que dos almas pueden encontrarse y volver a enamorarse como la primera vez? Freya es una híbrida la primera en su clase y que todos quieren eliminar. Toda su vida se a escondido para protege...