CAPÍTULO 06

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¿Para qué ser novios? Siendo amigos ya nos damos de todo, no hay necesidad de etiquetas.

—Les tenemos una gran noticia —todos dejaron de comer para prestar atención a lo que fuera a decir el rubio—. ¡Nos vamos a casar! —anunció desatando sonrisas entre sus amigos.

— ¡Felicidades! —Gritó la morena con emoción abrazándolo a él y a la azabache—. ¿Cómo fue? Quiero lujo de detalle —le exigió y ésta solo sonrió.

—Que gusto me da —dijo la pelirroja, sintiendo la mano fría del pelinegro en su muslo masajeándolo. Se volvieron una clase de amigos con derechos, mezclado con amantes.

— ¿Cómo fue que sucedió? —Preguntó el moreno observando a su mejor amigo y el cual se encogía de hombros inocente—. Digo, nunca pensé que llegaran tan lejos. Eran tan opuestos. Además, no creí capaz a Rachel de aceptar a Garfield.

—Bueno, se veía venir. Aunque sinceramente se veía más pronto un compromiso entre Dick y Kory —los mencionados alzaron la mirada. Todos asintieron en respuesta, tenían razón, la química entre el pelinegro y la pelirroja se notaba a kilómetros.

—Normalicen la amistad entre un hombre y una mujer, por Dios —dijo éste.

— ¡Que amistad ni que nada! Ustedes dos deben tener algo más que una amistad —acusó la morena y la pelirroja solo desvió la mirada evitando la mirada acusadora de la chica. El pelinegro se recargó en su asiento y extendió su brazo posándolo en el espaldar de la silla de la pelirroja.

—Solo somos amigos, Karen —dijo el pelinegro relajado.

—No lo aparentan —apoyó la azabache a la morena—. Se ven tan… juntos siempre, demasiado como para ser solo amigos.

— ¿Ah sí? Menciónenme algunas de esas veces —dijo el pelinegro aguantándose una carcajada, le encantaba discutir así con las dos. Se quedaron pensativas, no querían perder esa batalla contra él.

—Bueno, pasó una noche en tu departamento, ¿sabes? De la vez que tú y el patán ese pelearon en el desayuno. ¿Qué fue lo que hicieron esa noche? —preguntó el rubio alzando las cejas pícaro tratando de ponerlos nerviosos, pero ninguno se inmutaba.

—Vimos una película —respondió el pelinegro con un encogimiento de hombros.

— ¿Qué más? —preguntaron todos acercándose a ellos.

—Kory se quedó dormida y la llevé a la habitación de huéspedes, nada más —el pelinegro sabía mentir a la perfección, no desviaba la mirada, no se ponía nervioso ni se le quebraba la voz. Le salía natural.

— ¿Nada más? —preguntaron todos al unísono.

—Nada más —afirmó la pelirroja volviendo su mirada a los presentes.

—Por cierto, ¿dónde está el patán? —preguntó le moreno cayendo en cuenta de que no estaba como siempre acompañando a Kory—. ¿Lo mandaron a dormir?

—Está de viaje —respondió Kory. Acercó sus labios a la pajilla de la bebida y miró a Dick el cual estaba observando la acción de ésta con detenimiento.

—Me sorprende que te diera permiso de estar aquí con nosotros —comentó Garfield.

— ¿Quién dijo que él sabe? —El pelinegro sonreía y Karen soltó una carcajada junto a Victor.

—Que le den —espetó Victor y la mayoría ríe.

— ¿Debo recordarles que aun así sigue siendo mi pareja? —les habló Kory llamando la atención del pelinegro—. Podrá ser de todo pero tampoco es como para hablar así de él.

—Nosotros solo bromeábamos Kory —dijo Rachel. La pelirroja solo desvió su mirada para observar como su novio entraba al restaurante junto a una rubia. De alguna manera, sintió un pequeño dolor en el pecho, cosa que se le pasó a los pocos segundos. Volvió su mirada a la mesa y tomó la botella para servirse en su copa. Se le tomó de un largo trago dejando a todos sorprendidos.

—Tienes razón. Que le den. Discúlpenme un segundo —tomó su bolso y salió molesta dejando confundidos a todos en la mesa, incluyendo al pelinegro. Éste miró a todas partes y fue cuando lo vio. Se levantó de su silla y salió detrás de la pelirroja, pero ella entró al baño del lugar. Todos miraron al chico junto con la rubia, prefirieron no comentar nada. Pero Rachel se les acercó llamando la atención de los otros tres.

—Oh vaya, ¿disfrutas tu viaje? —le preguntó y éste la miró de arriba hacia abajo y hacer un mueca de asco—. Asqueroso. Y por cierto, que quede claro que lo hago por Kory —lo pateó en los bajos. Se fue hecha una furia de vuelta a la mesa en donde todos tenían cara de asombro. Karen fijó su vista en el pelinegro que estaba recostado esperando a que Kory saliese.

—Kory, vamos. Sal —insistió desde afuera Dick, en un intento de que saliera y fuera fuerte ante la situación.

—No quiero —replicó del otro lado de la puerta.

—Si sales nos vamos, te llevo a tu casa si quieres. No tengo problema… —la puerta se entreabrió. Él la miró a los ojos, y Kory esbozó una sonrisa.

— ¿De verdad? —preguntó jugando con sus manos. Dick tomó su mano y la sacó del lugar, y comenzaron a caminar lejos y con discreción.

—Voy a llevar a Kory a su departamento, nos vemos luego —se despidió el pelinegro de los demás que tan solo pudieron despedirse con la mano.

Salieron del restaurante y le tendió su chaqueta a la muchacha, que la aceptó gustosa. Esperaron al valet parking que aparcó el Audi r8 negro y lujoso del muchacho.

—Odio que siempre aparezcas con un auto diferente —le abrió la puerta como todo caballero para que se subiese—. Gracias.

—Los autos son como juguetes para mí —le sonrió arrogante—. Ayer me compré este.

—Maneras de malgastar el dinero con Richard Jhon Grayson; comprarse un Audi r8 —se burló.

—Si supieras que es con el dinero de mi padre.

— ¿Te compraste un auto con el dinero de tu padre? ¿Qué estás loco? ¡Consíguete un trabajo! —alzó la voz la muchacha, conservando su sonrisa.

—De que vale tener dinero si no lo vas a malgastar —le guiñó un ojo haciéndola rodar los ojos.

—Podrías ahorrar para cualquier cosa. Como por ejemplo… —buscó alguna excusa—. Estabilidad en el futuro, por ejemplo.

—Buen argumento. Aunque todavía no estoy pensando en un futuro en concreto. No busco nada serio.

AMIGOS CON DERECHOS | ROBSTAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora