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Se abrió un largo y angustioso silencio, en el que Sasuke esperaba una respuesta categórica y Sakura buscaba la manera de dar vuelta a este ultimátum, sin tener que renunciar a nada. Pero el silencio fue prolongado que no se rompió hasta sonó el portazo que aparentemente solucionaba las cosas, pues Sasuke ya se había marchado.

Ella quedó triste y desconcertada, pero el volver la mirada y encontrar el montón de cartas sobre su mesa de trabajo la reconfortó un poco; se acercó a la mesa y fue barajando aquellas cartas como si fueran naipes, con lo que su humor vario radicalmente y ahora solamente pensaba en la incomprensión de Sasuke y el odio que le tenía; en este momento no le importaba si no lo volvía a ver.

Sakura se puso a recoger los libros que había tirado Sasuke y los acariciaba amorosamente, como queriendo curarlos del daño que hubieran podido sufrir por la violencia a la que se les había sometido. Estos eran sus más preciados tesoros, aquellos trescientos volúmenes de vampirologia, que iban desde los más comunes libros de bolsillo hasta los más sesudos tratados acerca de este tema. Incluso tenía dos libros que supuestamente habían Sido escritos por vampiros en activo; aunque ella, desde luego los había  clasificado como "fantasía".

Al colocar los libros ultrajado en los estantes, ella tomo algunos de sus favoritos, que eran obras de ficción:
Luna de miel del vampiro,
Dráculas enamorado,
La Enciclopedia del arte vampirezco ( ella adoraba mucha de estás imágenes, sobre todo aquellas que se reconocían "clásicas") ;
A sangre caliente ( que tenía una encantadora portada "Súper erótica"). Después paso a aquellas obras que se consideraban más "Serías", como:
Varney el vampiro,
La fiesta de la sangre,
Y algunos otros, entre ellos el célebre:
Drácula con notas de lectores famosos

Esta colección iba desde lo académico hasta lo declaradame te lo pornográfico, de lo serio a lo lúdico, de la excelencia a la basura; pero ella amaba todos estos lo ros por igual, independientemente del valor que se les pudiera atribuir.

Aquella mínima revisión no tenía más finalidad que recuperar la emoción y la estima hacia si misma y su extraña pasión. Cuando se sintió más tranquila se fue al cuarto de baño, dónde había un espejo de cuerpo entero, se desnudo completamente y se paró delante del espejo; " ni gorda ni flaca", pensaba; más o menos voluptuosa, bastante aceptable, digamos que deseable. Estuvo un rato posando delante del espejo, su posición erótica favorita era con la cabeza inclinada y el pelo echado completamente hacia un lado, mostrando su hermoso cuello, como esperando el beso mortal. " Esta es una postura de la pornografía victoriana, pensó, y se incorporó para encaminarse a la tina, deseando un largo relajamiento en el agua tibia.

Las burbujas del jabón y la calidez del agua diluyeron por completo su enojo por el incidente con Sasuke y pudo concentrarse en lo que más le preocupaba, que era las cartas que debía escribir, faltaba responder a Hinata, quien siempre se mostraba tan impaciente en saber de ella; y también era urgente escribir a Take, que en realidad era el apreciativo que ella le había puesto a Kakashi Hatake ; pero antes que nada, debía escribirle a Naruto.

Naruto era su más viejo corresponsal, él la había animado a crear esos espacios de comunicación con los amantes de los vampiros desde que había contestado una colaboración suya que se publicó en un diario de Filadelfia. Las cartas de Naruto siempre eran largas y escritas con una prosodia minuciosa, es casi podía escuchar su acento al leer, lo que le hacía olvidar la aburrida monotonía de la vida cotidiana, pues le daba la impresión de estarse comunicando con u ser de otro tiempo. Él había nacido en Francia, era un chef muy reconocido y también graduado en la universidad como historiador. Sus ideas y actitudes eran las de un hombre abierto al pensamiento universal, como si fuera un personaje del renacimiento. Cuando Sakura leía sus cartas, se sentía invadida por un añejo espíritu francés, como si estuviera en el siglo XVII, cenando con él en un delicioso bistró del barrio de Saint Germain; o como una de las exclusivas invitadas a una de sus espléndidas cenas; hasta imaginaba el atuendo que ella portaría: un largo vestido de tul blanco con aplicaciones de brocado en oro, toda su joyería de finísima factura y un peinado estrambótico y muy elaborado, esculpido al estilo de la época, con un buen gusto y evidente coquetería, muy apropiado para filtear con él. Aunque la verdad ella no tenía ni idea del aspecto de Naruto, lo figuraba en su imaginación como un hombre sofisticado y encantador, más o menos de la edad suya, con el pelo rubio y alguna marca de sensualidad en su labios carnosos, imaginaba sus ojos del color del cielo brillando de manera facinante, pero peligrosa, como previniendo a cualquiera del riesgo que se corría al intimar con él. 
Muchos otros rasgos aparecían en la imaginación de Sakura, y entre todos configuraban la imagen de un hombre extraordinariamente atractivo, de una misteriosa masculinidad.

Sí.... Había que escribir a Naruto antes que a cualquier otro se dijo a sí misma, poniendo espuma sobre sus hombros para darse un masaje en la nuca, los hombros y los senos, lo que le daba un placer que endurecía sus pezones y enardecía su imaginación.

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Bueno hasta aquí el segundo capítulo ☺️ espero les este gustando

No olviden dejarme un comentario de lo que piensan.

VAMPIROFILIA.  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora