"No soy capaz de liderar con mis pensamientos, pero sé que te quedarás conmigo hasta el final"
Jake es un chico australiano que tiene trastorno de ansiedad y depresión por causa de su hermana...
Pero un día ella llega a su casa con una noticia.
"Es...
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—¡¿Por qué eres tan indiferente conmigo?! —intente hablar con Sunghoon.
— Jake, ahora no quiero hablarte—él quería que me molestara.
—¡Ya ha pasado una semana desde que volvíamos de Estados Unidos!, ¿Qué quieres que haga para que me hables? —me cruce de brazos.
—Pasa un día solo conmigo —hizo un puchero molesto.
—Bueno, ¿Qué vamos a hacer? En unos minutos tenemos que entrar a clases —reí cunado lo vi ver el reloj.
—Pues hay que escaparnos de las clases —Sonrió emocionado.
—¡¿Y tu padre no se va a molestar?! —ya me asustaba la idea.
—No me interesa ese señor, quiero pasar el día solo contigo —saco su teléfono de su bolsillo.
Pude ver una sonrisa salir de él, al parecer tenía todo planeado.
—¿Me das tu mano? —estiró su brazo en forma de espera.
Él no menciono nada del beso aún, supongo que no es nada muy importante...
—¿Quieres tomar mi mano? ¿Por qué los pides Ahora?, siempre me jalas a todos los lados —reí y entrelace mis dedos con los de él.
Este sonrió dulce y me saco corriendo por los pasillos, me sentía tan emocionado de estar con él, era una aventura que nunca experimente...
—¿Jake? — escuché la voz de Soobin detrás de mí. Sunghoon no me dio tiempo de contestar o de mirarlo, simplemente me sacó de la escuela, caminamos por las calles de Seúl.
—¿A dónde vamos Hoonie? —tape mi boca de la vergüenza.
—¿Hoonie? —Río.
—Perdón, no lo volveré a decir —me agaché en forma de disculpa.
—Me gusta que me digas Hoonie —tomo mi mentón y me miro a los ojos.
¿Por qué eres tan cruel conmigo Park Sunghoon? Si me dices que no te gusto me pondré a llorar aquí.
Sé que tienes algo que decir, ¿por qué te callas y retienes tu dolor?
¿Es acaso que no soy bueno para ti? En un punto de mi vida dejé de preocuparme por Ryujin, pensé que si tú me amabas estaría bien...
Pero siento tanta culpa por amarte, el engaño es algo muy feo, para mi esto es muy extraño.
—Quiero llevarte a mi lugar favorito, serás la persona número cuatro en ir —sonrió muy ilusionado.
Eran las diez de la mañana, dos adolescentes corriendo por las calles en vez de estar en la escuela, ¿No entiendo por qué la gente no decía nada?
