Capitulo 1

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-¡Jo! Donde estabas? ¡Te estuve buscando por todos lados!- Gritó Allison, mi mejor amiga, bastante alterada por cierto.
-Solamente fui al baño, demoré porque había una fila de chicas para entrar, y además tenía una buena vista ahí.- le respondí tranquilizándola.
-¿Viste a la nueva profesora?-preguntó.
-¿Quien?, no. Ni siquiera sabía que había una nueva profesora, aunque tampoco te emociones, siempre son todas iguales, nos mandará mil tareas para hacer y la empezaremos a odiar rapidamente- le dije mientras recordaba toda la tarea acumulada que ya de por sí siempre tengo.
-No, dicen que es distinta, que a ella si hay que temerle- ¿temerle? pensé- no solo manda mucha tarea, si no que no le tiembla el pulso para expulsarte de clases o ponerte una amonestación si tan solo le contestas mal. Tiene a todos los alumnos preocupados- me dijo mientras ya estábamos entrando al aula para la primera clase.

-Hola, soy el profesor de matemática
-Hola chicos, yo soy su profesora de artes
-Buenos días a todos, soy su profesor de Química

Y así se fueron presentando todos los profesores durante el día, mientras que nosotros los alumnos íbamos comentando qué tal nos caían y los chicos hacían bromas a los profesores para molestarlos ya desde el primer día.

-Vamos, no podes seguir teniendo sexo cada un mes y siempre con alguien diferente. Tienes  que encontrar a alguien que te despierte las ganas y estabilizarte con ella o él.- me decía Allison mientras yo trataba de ignorar el tema como siempre lo hago.
Ella tiene novio hace un año y espera lo mismo de mi, pero a mi no me emociona esa situación, estaba bien estando sola y encontrándome con alguna chica cada tanto, aunque la verdad es que muchas veces ni ganas tenia de arreglarme y terminaba cancelando las citas.

Yo tengo 18 años, pelo largo castaño, muchos chicos dicen que soy alta pero yo diría estatura promedio. Siempre tuve buena figura por genética, no mucho busto pero mi trasero era elogiado por casi todo el colegio.

Hace poco había decidido que ser bisexual no era lo mío, los chicos en realidad no me atraían nada, lo mío eran las chicas. Tuve la suerte de que todos mis amigos y familiares me apoyaran en mi elección.

Mientras terminaba de ignorar a Allison y sus "sugerencias"  de cómo conseguir novia, veo entrar una mujer alta, con tatuajes, y de traje, al aula.
Todos quedamos en silencio de solo mirarla, su belleza y su porte nos dejó de boca abierta sin decir una sola palabra.
Vestía de camisa blanca, la cual dejaba ver que contaba con unos pechos bien formados, una chaqueta negra con mangas hasta la mitad del brazo, dejando ver sus tatuajes, y pantalón negro ajustado al cuerpo. Ojos negros, y pelo combinando con los ojos, era realmente hermosa.

-Buenas tardes alumnos, mi nombre es Melissa Stevens, pero ustedes pueden llamarme profesora Stevens, y voy a ser su profesora de Italiano en este año-

Todo el curso estaba en silencio mientras ella enviaba miradas serias y amenazantes a quien tomara el riesgo de hacer algún comentario por lo bajo.

-Se que están acostumbrados a que les tengan mucha paciencia, y que siempre hacen lo que quieren en el aula pero eso no pasará en mi materia.
Les voy a pedir el mismo respeto que yo tendré con ustedes, yo los ayudaré en todo lo que pueda mientras vea sus intenciones de aprender realmente, pero si noto que están haciéndome perder el tiempo les aseguro que expulsarlos del colegio no será problema para mi.- dijo seria mientras yo quedaba embobada escuchándola, aunque en realidad no la oía. Solo miraba y me perdía en su ojos y su boca.
-¿Tiene alguna pregunta Señorita...?- dijo en tono de pregunta.
-Miravalle, me llamo Jo Miravalle- respondí mientras trataba de reponerme al mirar directo a sus ojos.
-Señorita Miravalle, no esté distraída. Mantenga su atención en mi -si, eso es fácil profesora, pensé.- y lo que estoy diciendo que es lo que va a hacer que apruebe o no mi materia.

Transcurrió el tiempo de clase de la profesora Stevens, entre amenazas a mis compañeros que se arriesgaban a interrumpirla y entre otros que (como yo), la mirábamos tratando de entender que era eso que tenía que aún con esa frialdad, despertaba pensamientos muy calientes.

-Eso es todo, pueden salir.- Dijo la profesora Stevens apenas sonó el timbre.

-Amiga ve adelante que yo necesito hablar con la profesora un momento- le dije a Allison mientras guardaba mis cosas.
-Esta bien, te espero en la otra clase.

-¿Alguna pregunta de la clase?- dijo la profesora cuando notó que yo aún no me retiraba del aula

-En realidad, quería pedirle disculpas por haberme distraído tanto en su clase, yo no soy así y no va a volver a ocurrir- contesté excusándome, nerviosa.

-Poner su atención en mi va a ser la única manera que tenga de pasar mi curso, ¿lo entiende verdad?-contestó seria.

-Eso no va a ser muy difícil entonces- carajo, ¿porque le dije eso?, no lo pensé.

-¿No? -levantó su vista

-Qui...quise... quise decir que así será profesora- su mirada me puso demasiada nerviosa y no entendía porque.

-Señorita Miravalle le recomiendo que vaya a su otra clase-dijo mientras bajaba la mirada y ¿sonreía?- antes que siga diciendo cosas que al final no quiere decir.

-E... esta bien... solo quería disculparme- diablos, me seguían poniendo nerviosa sus palabras.

-Solo recuerde, su atención en mi- dijo mi profesora mirándome ¿la boca?, antes de terminar de agarrar sus carpetas e irse del aula.

Diablos. ¿Que quiso decir con "poner mi atención en ella"?. Era un comentario con segunda intención o solamente yo lo estaba mal interpretando por el nerviosismo que me provocaba su presencia.
De todos modos siento que la profesora Stevens traerá más de un suspiro a mi último año escolar.

Mi profesora de Italiano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora