Capítulo 45

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Un rato después ya estamos de vuelta en la casa, Natasha no está y tampoco Carlos, me alegra que no estén aquí y el alivio en los ojos de Isaac es más que evidente. Eli aparece por las escaleras y corre para abrazar a Isaac, no escucho lo que le dice pero el asiente y se aleja con dirección a su habitación.

- bien es hora de irnos - anuncia Eli justo cuando Scott y Kendall aparecen por las escaleras.

Noto que mis cosas ya están aquí abajo así que tomo mi mochila y salgo junto a Eli.

- ¿un yate? - le digo.

- será una fiesta divertida - anuncia ella con emoción.

- ¿dormiremo allí?

- ¿tienes miedo Hayden? Nunca has dormido en el mar, será divertido.

- claro que lo será.

A pesar de la emoción por subir al barco el ambiente sigue siendo un poco extraño después de la pelea pero intentamos ignorarlo. Llegamos hasta el muelle y Eli es quien nos guía hasta un hermosos yate que está al final del muelle. Saluda a un hombre bastante mayor que parece ser el dueño, no tengo idea de donde mi prima lo conoce pero debo admitir que si todas las personas que conozca serán así quiero que conozca mucha más gente. El hombre es un poco cauteloso así que nos da dos camarotes, uno para los chicos y uno para las chicas, el yate es bastante grande y consta de 5 de ellos. Una vez acomodados nos lleva a explorar el lugar, la cabina, la proa y habla de un montón de cosas que la verdad no tengo idea de que sean pero que suenan como algo que es importante para él.  Una vez terminado el recorrido nos indica que la fiesta será en la parte se arriba del barco, donde hay un no tan pequeño jacuzzi. Luego desaparece.

Y aquí es donde comienza nuestra aventura. El yate se pone en marcha pues se supone que la fiesta será en altamar, quiero saber a quién se le ocurren estas ideas, mientras decidimos pasar el rato en el jacuzzi así que aquí estamos. Kendall y Eli siendo felices por un lado ¿qué estarán hablando esos dos? Están enfrascados en una conversación muy profunda. Scott está sentado en unos sillones un poco cerca de la borda no se le ve buena cara y al parecer está mareado. Mike, no tengo idea de donde esta, al igual que Isaac y Daría desaparecieron hace rato y aquí estoy yo metida en el jacuzzi con un montón de pensamientos.

El mar se extiende frente a mi y no puedo hacer nada más que mirarlo, siento la brisa en mi cara, cierro los ojos y dejo que acaricie mi rostro. Alguien se acerca pero no tengo que abrir los ojos para darme cuenta de que es él.

- ¿la estas pasando bien? - me pregunta y yo asiento aun con los ojos cerrados.

- me gusta esto. Pero tu no pareces disfrutarlo - abro los ojos y lo miro, él sigue sin verse bien.

- nunca he subido a uno de estos y ya he vomitado cuatro veces.

- necesitas que cuide de ti - le digo con preocupación y él niega.

- no quiero arruinar tu fiesta.

- sabes que no me importan esas cosas, podemos ir a uno de los camarotes, te daré algo para las náuseas y tal vez si duermes un rato...

- ¿no has pensando ser enfermera? Serias muy buena como una - yo me río pero él me mira serio.

- solo te he cuidado una vez y ya me ves como doctora.

- serias excelente en ello.

- no me gusta.

- pero lo harías bien.

- si claro - lo veo tambalearse un poco y luego se sostiene del barandal, nos estamos acercando a mar abierto - vamos te llevaré.

El camino a los camarotes fue difícil, Scott es muy pesado y mantenerlo recto y sin tambalearse es casi imposible, es como si estuviese borracho. Llegamos a las escaleras para descender a los camarotes, por suerte sin caer al mar.

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora