La ley de Kobu

DOS

•Una víctima más•

Moon sentía como el aburrimiento empezaba a recorrerle el cuerpo, llevaba todo el viaje en tren encarada a su ordenador leyendo unos correos de uno de los inversores de su empresa. Hacía dos semanas que Moon se había encontrado con Daichi y Koushi, y después de haber prometido que pasaría los fines de semana en Miyagi con ellos, había vuelto a retomar la rutina que tenía con trece años; viernes, sábado y domingo en casa de su primo mayor.

El fin de semana siguiente al reencuentro, Moon lo pasó entero encerrada en casa de Sawamura y Sugawara, viendo películas infantiles mientras comía todo tipo de dulces y comida basura. Ninguno de los tres quiso hacer otra cosa que sentarse en el sofá de aquella casa y volver a sentirse como aquellos adolescentes que una vez fueron.

Después de leer el correo que tenía abierto en su ordenador portátil delante de ella, respondió como se debía y cogió su teléfono para mirar si tenía algún mensaje. Dos mensajes de Shouyo se hacían presentes en la parte superior de las notificaciones, diciéndole que ese fin de semana él iría a Miyagi como de costumbre y esperaba poder verla para hablar de todo un poco. También le decía en aquel texto que Kageyama se apuntaba al plan siempre que ella estuviese dispuesta a verles.

Moon esbozó una sonrisa a la vez que le respondía que podrían ir a tomar algo la noche del sábado, quería pasar todo el viernes con Daichi, Suga y su pequeño gato, hablando de todo y de nada en general. Revisó los siguientes mensajes que eran de Koushi diciéndole que la esperaba a la entrada de la estación de trenes, ya que las calles estaban algo oscuras y no quería que Moon caminase a esas horas de la tarde sola por las calles de la ciudad.

Una vez el tren anunció su llegada a la estación en la que bajaría Moon, recogió todas sus cosas, se colgó sus pertenencias y las de su gato al hombro, y con el trasportín entre las manos salió en dirección a donde Koushi la esperaba. Saludó a Suga con un abrazo como había estado haciendo cada vez que lo veía, metieron todas las pertenencias de Moon en el maletero del coche que Koushi conducía, y se dirigieron a la casa que compartía con Daichi.

-Moon, se que te dijimos que pasaríamos el viernes contigo, pero los compañeros de Daichi le han dicho de ir a cenar algo, y no podemos decirles que no otra vez.-La voz de Koushi rompió el silencio que se había instalado durante unos breves segundos en el interior del vehículo. Sentía una especie de temor por la respuesta que Moon pudiese darle. Ni él ni Daichi querían dejar a Moon sola por muchas horas, pero ya llevaban días rechazando los planes de los compañeros de Daichi, y se sentían un poco mal por aquello.

-No te preocupes, puedo apañármelas sola durante unas horas.-Moon sonrío sincera ante la mirada de Koushi. Tenía razón, podía aguantar un par de horas en aquella casa a solas, ahora era una adulta independizada que pasaba mucho tiempo en soledad.-Salir y pasarlo bien, tenemos todo el fin de semana para estar juntos.

Lo que Koushi, ni Daichi, le habían comunicado a Moon es que el sábado habían organizado una cena con todo el equipo del Karasuno que ella conocía, siendo tanto una sorpresa para ella, como una sorpresa para ellos. Hinata y Kageyama habían sido avisados con antelación de que no debían de decirle nada a Moon ni a los demás, ya que aquello era algo preparado con la intención de sorprenderlos a todos.

Cuando Koushi aparcó el coche en la entrada de su casa, ayudó a Moon a dejar todas las cosas en el interior de la misma, avisando a Daichi de que ya habían llegado y que podían marcharse con total tranquilidad. Sawamura abrazó a Moon con fuerza antes de dejarla completamente sola en aquel lugar. No quería irse, pero debía hacerlo.