Capítulo. 40

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Los demás se fueron en sus autos y yo y Aitana nos fuimos en el mío. Al entrar al auto ella mira al frente, como si estuviera en un trance.

—Solecito no sé que pasó allí adentro pero...- no puedo terminar porque sus labios se unen con los míos en un beso necesitado -.

Coloco mi mano suavemente en su mejilla y ella se queja un poco . Nos separo y veo como esta está roja .

—Hay que llevarte al hospital- digo encendiendo el auto - .

—Como digas - bosteza - no tengo dolor y es por la adrenalina pero sé que después me dolerá todo el cuerpo - Artemis no es buen momento para mal pensar las cosas- .

Llegamos al hospital y luego de que la chequearan y le dieran los medicamentos nos fuimos a mi casa . Si la llevaba a la suya y veía todo el desorden le daría un ataque.

—Puedo ducharme sola Artemis - dice como por quinta vez pero le ayudo a quitarse la camisa - será inútil que lo repita ¿verdad? - .

—Sip - afirmo y ella rueda los ojos -.

Abro la ducha y dejo que el agua se regule . Ella entra y me mira como si todo estuviese bien . No le avergüenza que vea su cuerpo porque ya lo he visto y probado . Todo ella es mío y todo yo , soy suyo . Sé que es menor de edad pero en unas horas ya no lo será.

—¿Te quedarás ahí mirando o me ayudarás a ducharme ?- pregunta con diversión y un poco de picardía- .

Cierro la puerta y le coloco seguro . Me quito la ropa y entro a la ducha . Sus manos viajan desde mi pecho a mis hombros y terminan en mi cuello .

Mis brazos hacen un viaje por toda su espalda hasta llegar a su cintura y atraerla más hacia mí para besar su cuello .

Sus manos se enredan en mi cabello y tiran levemente de el haciendo que soltara un gruñido .

Uno nuestros labios y coloco mi mano detrás de su cabeza para luego pegarla a la pared y profundizar el beso .

Por falta de aire nos separamos y le veo a los ojos . Si antes eran hermanos imaginencen ahora con esa mezcla de colores en ellos .

Alineo mi amigo en su centro y de una estocada entro en ella .

—Artemis - gime en mi oído y eso hace que me excite más - .

Comienzo a moverme y ella aprieta mis hombros levemente. Para aumentar su placer acaricio su clitoris y ella echa su cabeza hacia atrás.

Besa mi cuello hasta llegar a mi oreja y morder levemente mi lóbulo. Acelero mis embestidas hasta que los dos nos venimos .

—Te amo Aitana - digo y es el primer Te amo que le digo a alguien en mucho tiempo-.

—Yo también Te amo Artemis - responde y siento como mi pecho se llena de ¿felicidad?-.

Por fin estoy volviendo hacer feliz y sé que ella es la correcta . Ella fue quien me devolvió mi arcoíris....

A donde nos lleve el destino [ ✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora