Maldito Imbécil 2 ||KTH|| ✔

II.

—¡¿Por qué lo hicieron?!—

—Fue por tu bien— mi padre permanecía serio en frente de mí

—Tú también con eso, por dio ¿qué bien? ¿A caso Taehyung es un delincuente? ¿Un asesino? ¿Un vendedor de órganos? — pasé mis manos por mi rostro hasta detenerlas en mi cabello.

—Me vistes llorar por él, yo sufri por él, ustedes mejor que nadie saben lo que yo pase cuando él me dejó, no, cuando ustedes lo obligaron a dejarme— también miré a mi madre.

—¿Qué tipo de padres son ustedes?—

—¿Qué clase de hombre es él? — volví mi vista a mi padre— Cuando lo amenacé con quitarle su carrera, me dijo que si era así por estar contigo, lo valía, pero solo hablé de desheredarte  y cambió de opinión — río de lado— No me sorprende que siempre haya estado contigo por dinero—

—Taehyung, no es así — negué —Yo lo conozco bien, él no es así — mis ojos picaban y mi garganta dolía al ahogarme todo el llanto. Se que esto le hace mal al bebé pero no puedo evitarlo.

—Tú no lo conoces— volvió a reír de lado, en estos momentos no conocía a mi padre— Una vez más lo amenacé, y una vez más huyó de ti— 

—Cuando nos ibamos a Busan— susurré para mi pero él me oyó— Tú lo obligaste a casarse—

—No, no, princesa nada de eso, él solo decidió tomar esa decisión—

Me acerqué a mi bolso que estaba en la mesita.

—¿Cariño a donde vas?— miré a mi madre la cual me había aguantado por el brazo antes de salir a de la casa, esta tenía sus ojos cristalizados.

—No les incumbe— me solté de su agarre y salí del departamento ignorando los gritos de mi padre.

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Bajé del auto y cerré la puerta para empezar a caminar adentro de la fiscalía. 

Mis zapatos retumbaban contra los escalones de mármol mientras subía las escaleras, cosa que me desesperaba más.

—SangJin— SungWon se acercó a mi—¿Qué haces aquí? ¿No te habías ido?—

—Tengo algo que hablar con Taehyung, después nos vemos— él asintió completamente confundido y caminé hasta la oficina de Taehyung.

—Señorita no puede— seguí de largo pasando de aquella chica, entré sin tocar la puerta. Él estaba mirando unos papeles en sus manos y despequego la vista de estos para verme.

—Señorita por favor salga, ya ve que el fiscal kim esta ocupado—

—No, señorita Park dejala— habló él y se levantó de donde estaba, la chica asintió y salió de la oficina— ¿Paso algo con el...?— no lo dejé terminar ya que la palma de mi mano dio contra su mejilla haciéndolo voltear el rostro.

—Eres un cobarde, un maldito cobarde— dije entre dientes mientras retenía los deseos de llorar, él me ha visto llorar muchas veces, no pasará de nuevo.

—Sang—

—No digas ni una sola palabra, ya lo sé, ya se la verdadera razón por la cual me dejaste— reí de lado— Y yo echandome la culpa, culpandote una y mil veces, pero al final fue mi padre, no, espera, tú también— lo apunté — Tú también la tienes por no decírmelo, por alejarte de mi así de la manera en lo que lo hiciste sin tener una explicación —

—Estando conmigo perderías todos esos lujos a los que tuviste adaptadas en los que siempre creciste, yo nunca pensé en mi SangJin, fue en ti— reí de lado.

—Si por estar contigo perdería toda esas cosas materiales, sabría como soportarlo, pero veo que no valía nada para ti—

—Tú vales mucho para mí— intentó acercarse pero me alejé.

—No, no caeré de nuevo, yo te voy olvidar Taehyung—asentí limpiando mis mejillas — Quisiera hacerlo del todo pero hay un bebé de por medio, pero veras como así no significó nada para ti, tú tampoco significaras nada para mí— di media vuelta y pasé de uno de los sillones para ir hacia la puerta y salir de esa oficina.