Fue culpa de los dos, no me lamento de lo que hice, pero fuiste tú, el que vino hacía mí, nos amamos una última vez y de ese amor nació él.
-Mi pequeño niño
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-Segunda parte de Maldito Imbécil
-Historia corta.
-Heterosexual
-Espero que la...
El sonido del agua cayendo me hizo despertar, abrí los ojos y miré a mi alrededor deduciendo que no estaba en mi habitación.
Los recuerdos de lo que hice con SangJin creo yo hace unas horas atrás llegaron a mí y no pude evitar sonreír.
Miré al otro extremo de la cama pero no estaba ahí y yo aún seguía desnudo encima de la cama, me senté en esta viendo la silueta de SangJin salir del baño.
-Despertaste -estaba con una bata de dormir de color negro- Es hora de que te vaya- espera ¿Qué?
-Esto que paso -me levanté de la cama con la sábana amarrada en mi cintura y me acerqué a ella.
-Esto que paso Taehyung fue un impulso, mis hormonas estaban demasiado alborotadas y hace mucho no tenía sexo -mi ropa estaba encima de la cama y la tomó.
-Ahora tome sus cosas- puso la ropa en mi pecho y yo la tomé aún aguantando la sábana.
-SangJin- no me dejó hablar y empezó a empujarme.
-Afuera- llegamos a la sala y aún seguía empujandome, pero no ejercía ninguna fuerza, ya que yo caminaba por si sólo.
-¿No sentiste nada cuando hicimos el amor?- nos detuvimos y volteé a mirar.
-Fue sexo Taehyung, no confundas las cosas dejé de sentir cosas por ti hace mucho- reí con su interno de mentira - ¿Qué te hace gracia?-
-No, nada- dejé un beso en sus labios.
-¡Fuera!- me siguió empujando y abrió la puerta- Adiós - cerró la puerta una vez más en mis narices.
-¡SangJin estoy desnudo! ¡Y no tengo mis zapatos!- grité y ella volvió abrir la puerta, pensé que me dejaría entrar pero me lanzó los zapatos dándome en el pecho para que luego cayeran al suelo y volvió a cerrar la puerta- ¡Me dolió!-
-¡Era la idea!- respondió del otro lado - ¡Largate ya Kim!- di un golpe en la puerta y bufé.
Agarré mis zapatos intentando que no se cayera la sábana y fui hacia el ascensor.
-Por favor que no hayan personas en el elevador- recé una y otra vez hasta que este llegó al piso y se abrieron las puerta.
-¡Ah pervetido!- mis rezos no se oyeron, una mujer con una pequeña niña se bajaron del ascensor esta le tapaba los ojos a la pequeña.
-Lo siento- me disculpé mientras subía al ascensor y presione el botón del estacionamiento. Reí mientras me recostaba a la pared de ascensor- Benditas sean sus hormonas- dejé la ropa en el suelo y me puse la camisa haciendo un nudo en la sábana para que no se cayera, no podría vestirme en el ascensor, alguien podría entrar y quiero evitar que me griten y que me lancen cosas.
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