Tan extenso e infinito.

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Como había previsto ha sido un día duro. Hemos hecho muchas actividades después de haber acabado el armario y organizar las mochilas dentro.

Mi actividad favorita consistía en deslizarse por una tabla de madera que terminaba en un charco de barro y no se que más le habían puesto. Me he rebozado toda y he empezado a dar abrazos a las chicas-porque todo eran chicas- que les daba asco. Se ponían a gritar y no he parado de reírme. Después me ha costado mucho quitarme el barro del pelo y además el agua, procedente del río, estaba muy fría, pero ha valido la pena, esto del barro deja la piel muy suave... 😂

Ahora estoy otra vez en la tienda -que dentro de nada se nos caerá encima porque no puede estar más mal montada- intentando dormir con el que ronca y el pesado que no me deja espacio.

Aquí dentro hace demasiado calor, mas si salgo del saco me muero de frío. Será otra noche en la que no aguantaré mucho más dentro.

Miro la hora, y es la misma que la de ayer por la noche, las 3:33 de la mañana. Resoplo y cojo otra vez el saco para salir fuera. Ayer conseguí dormirme, no se hoy.

Iba hacia el mismo sitio de ayer pero hay alguien tumbado dos árboles más para allá, me acerco a ver y veo que es mi amigo Ángel.

Ángel, un niño no muy alto, pero si muy guapo. Tiene los ojos grandes y azules, con unas pestañas bien largas y negras; el pelo oscuro, corto y la carita blanca llena de pecas.

Me encantan las pecas, sin embargo nunca me había fijado en las de él. Tiene una muy graciosa en el centro de la frente, todo el mundo, al principio, piensa que es una mancha de algo.

Me tumbo a su lado y no decimos nada durante un rato, los dos admiramos el precioso cielo estrellado.
Es tan extenso, tan infinito...

-Tu tampoco podías dormir, eh- comenta. He dado un pequeño respingón, ya ni me acordaba de que estaba ahí. Niego con la cabeza.

-Jorge lleva toda la noche roncando y Juan, como siempre, invade mi espacio.-replico mientras oigo que se ríe suavemente.

Empezamos ha hablar y así estuvimos toda la noche. Hablábamos de todo, de nada, no se, pero me gustaba estar con él.

Ángel siempre había sido un chico que me intrigaba porque no hablaba mucho- al menos no tanto como yo- y ahora que lo conozco un poco más me cae bien, muy bien.

Noches de desvelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora