Capítulo 6

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Nota de autora: este capítulo es diferente a los demás. Háganme saber si les gustó!

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Harry no me mira. Parece concentrado en lo que sea que está leyendo y me ignora olímpicamente. La posición se torna cada vez más incómoda y, aunque lo intento, me falta el aire y las piernas de mi amo parecen querer atraparme. 

- ¿Todo bien?- pregunta cuando mi respiración ya es demasiado ruidosa. Como recuerdo que tengo prohibido hablar, ladro.- Mejor así. Si te comportas, te voy a soltar. Pero todo beneficio se tiene que conseguir- dice a medida que se baja los jeans y deja su erección a la vista. Agarra mi cabeza y mete el pene en mi boca, al mismo tiempo que me libera del collar. Harry controla el ritmo de mis movimientos y lo único que puedo hacer es mover la lengua- Creo que la perrita ya puede tomar su leche- y acaba en mi boca. 

Me separa y se queda unos segundos quieto, hasta que se recupera. Luego, sin decir una palabra, se para, agarra mi correa y salimos de su despacho. Es raro caminar en cuatro patas con el plug, pero evito hacer comentarios.

Tengo que admitir, por lo menos a mí misma, que todo esto es muy excitante. Nunca pensé que la humillación iba a calentarme tanto, pero los hechos hablan por sí solos. En toda mi vida disfruté tanto del sexo. 

- Te gusta, ¿no?-  al ver que no comprendo sigue explicando- Todo lo que te hago. Sentir que no tenes que preocuparte por nada, porque yo soy el responsable de todo. Sobre todo, te gusta cómo te trato, te pone muy cachonda- es increíble como adivina mis pensamientos- Esto puede ser mejor, mucho mejor si me lo permitís, claro. 

- ¿Qué?- pregunto en un susurro y la única respuesta que obtengo es un "las perras no hablan".

- Mañana vienen unos amigos. Cuatro, para ser más preciso. Estuve pensando en tener algunas sesiones con ellos, si no te opones. Tenés permitido hablar. 

Estar caminando en cuatro patas, después de un castigo, no es el mejor momento para responder. 

- Entonces... - se queda callado unos segundos esperando mi respuesta. 

- No... no sé, amo. 

- Se me ocurre una forma de ayudarte a decidir- pasamos de largo mi habitación y vamos al cuarto de juegos. Cuando estamos en el centro de la habitación, va a buscar una venda y unas pinzas a un mueble y vuelve unos segundos después. Me hace poner de pie, me venda los ojos y me lleva a una especie de banqueta, solo que esta tiene unos espacios para apoyar las piernas y nada en donde debería ir mi cola. Harry abre mis piernas todo lo que puede y las ata la los costados del banco. Despúes, escucho ruidos y alza mis manos, para esposarlas a unas cadenas que cualgan del techo. Hace lo mismo con el cuello, quedando completamente inmóvil. Intento no agitarme, no tiene sentido si estoy indefensa. 

El espacio entre mis piernas le permite alzanzar el plug y sacarlo. Sin embargo, apenas sale de mi cuerpo, vuelve a meterlo. Así unas siete u ocho veces.  

- Estás tan mojada que ni siquiera vas a necesitar lubricante- Lo próximo que se es que mueve algo hasta ponerlo justo debajo de mis agujeros. Primero siento un algo en la cola, entrando rápido, y luego uno en mi vagina. Harry no hace nada más, pero se ríe- Esto va a ser digno de ver- y empiezan a moverse, a entrar y salir en sincronía, muy despacio, arrancándome gemidos de frustración- Tranquila, hay tiempo para todo. 

Agarra mis pezones y se los lleva a la boca, los chupa y muerde, poniéndolos más duros de lo que ya estaban. Sin preámbulo, les pone, uno a uno, unas pinzas con mucho peso, tanto que duelen. No puedo pensar mucho en eso, porque los penes aumentan la velocidad. 

- Ahhh... si.... más....

- Te gusta estar así, ¿no?

- ¿Cómo?- pregunto sin aliento.

La sumisa de Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora