- Bienvenida a tu nuevo hoga. Mi nombre es Harry, pero no importa porque desde ahora me vas a llamar amo. ¿Entendido?
- Si- susurro.
- Si, ¿qué?- pregunta con cierto enojo.
- Si, amo.
- Perfecto. Te compré porque te vi y te imaginé como sumisa. Poco a poco voy a ir explicándote cómo tenés que actuar. Ahora te voy a enseñar la casa.
Hacemos un largo recorrido. El lugar es inmenso, está repleto de habitaciones, baños, un gimnasio, un spa y un millón de habitaciones. Al final de un pasillo en el primer piso hay una puerta negra, completamente negra. Harry la abre, me deja pasar y observa mi cara de asombro.
- Éste es el cuerto de juegos- hay cuerdas, esposas, vibradores y un montón de objetos que no tengo idea para qué sirven, una cama gigante con argollas en los extremos. En realidad, hay argollas por todas partes: en la cama, paredes, en una mesa- Cada vez que vengas, lo vas a hacer con lo que te prepare y, si no dejo ninguna prenda en tu habitación, desnuda. Me tenés que esperar en cerca de la puerta, arrodillada, con las piernas abiertas y las palmas hacia arriba, apoyadas en los muslos. ¿Se entiende?
- Si, amo.
- Mejor así, porque no quiero errores. En ese sentido soy muy estricto. Si cuando entro no estas en la posición correcta, te castigo- trago saliva, asustada- En un par de horas vamos a tener nuestra primera sesión. Tenés tiempo libre hasta entonces. Vamos, te llevo a tu habitación.
Salimos y caminamos por el pasillo. Doblamos a la izquierda, pasamos por un par de puertas y nos detenemos frente a la única blanca. Abre la puerta y no lo puedo creer. Es la pieza más grande que vi en mi vida, con una cama king size, un escritorio, un juego de sillones y una televisión. A un costado hay dos puertas, una lleva al baño y otra al vestidor.
- Te dejo para que te familiarices. No intentes nada raro. En un rato una empleada te va a traer una caja. Dentro de....- mira su reloj- tres horas y media te espero en el cuarto de juego.
Quedo estupefacta. Empiezo a recorrer el lugar. Veo que en las cuatro puntas de la cama se esconden unas cadenas. Levanto una y no me sorprendo cuando observo que de ella sale una esposa.Eso arruina el momento. Me acuesto, un poco desanimada y me pongo a pensar en Harry. Su pelo ondulado me gustó, pero sus ojos verdosos me hipnotizaron. Son los más lindos que vi en mí vida. ¿Qué me hará? ¿Me va a doler? No soy virgen, hace años no lo soy, pero jamás lo hice de esta forma. Sea como sea, tengo que intentar sobrevivir.
- Señorita- dice una mujer más o menos cincuenta años- tiene que prepararse para el señor. Me dijo que en media hora va a juntarse con él.
- Camila o cami, por favor- digo mientras analizo la extraña caja que apoya sobre mí cama- muchas gracias.
Se va y, sin poder aguantar la intriga, la abro. En ella hay un babydoll negro, prácticamente transparente y una tanga con un agujero para que mi vagina quede libre. ¿Ésto es una joda? Para ponerme ésto voy desnuda, total es lo mismo. Sin embargo, cuando veo que tengo solo quince minutos para estar en la habitación, me apresuro a cambiarme. Cuando me acerco al espejo del baño, no lo puedo creer. No parezco yo.
Voy corriendo semidesnuda por el pasillo y me meto en la habitación que tanto me aterra. Empiezo a temblar. Me arrodillo como lo indicó horas atrás. No sé si pasaron cinco minutos o cinco horas, pero se abre la puerta. No lo miro, porque me acuerdo que no me está permitido verlo a los ojos.
- Buena chica- da unos pasos, me acaricia la mejilla y sigue caminando. Escucho un par de ruidos, pero mantengo en mi posición- Cada vez que vengas acá, o la mayoría de ellas, te voy a dar una orden que tenés que cumplir a lo largo de la sesión. Si lo haces bien, vas a ser recompensada pero- se acerca y me habla en el odio- si lo haces mal, te voy a castigar. Hoy, por ser tu primer día, te voy a dar una tarea fácil: no podes pedirme que pare. Vamos a estar acá todo el tiempo que quiera, vas a poder acabar cuando quieras. Sin embargo, vamos a parar solo cuando yo lo disponga.
Bueno, eso podría ser peor.
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La sumisa de Harry Styles
FanfictionCamila fue vendida en una subasta. La compró un hombre llamado Harry Styles para convertirla en su sumisa. Contiene escena muy explícitas no aptas para menores. Es una historia escrita por mí.