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Se sintió mareado y con unas fuertes náuseas que casi le hacen desfallecer.

Su entorno estaba completamente diferente a como imaginó,  y la gran humedad se encontraba en cada rincón.

El capitán Park poco a poco comenzó a dirigir la mirada, fijándose en las cosas con temor a su alredor, estando algo curioso dirigió su mano a la pared,  casi de un tono negro, que lo mantenía encerrado en una oscuridad no tan profunda. Jimin agradeció que pudo acostumbrarse a la poca luz que lograba permanecer allí, esa misma que entrada por un pequeño hueco en una de las esquinas superiores.

Algo dentro de sí se removió intranquilo, pues de un segundo a otro su nariz dejó de percibir aquel aroma tan fuerte a crítico. Rápidamente todo esas esencias fueron reemplazadas por el aroma de Yoongi, la mora y el chicle cubrían cada espacio y Jiminie agradeció que con tan solo eso pudiera calmarse.

Distraerse del dolor de su ojo herido le convenía mucho en esos momentos.

El joven capitán usó su tacto para guiarse entre las penumbras,  llegado en un punto en el que aquellas paredes se percibieron como algo gelatinoso, sin llegar a ser lo suficientemente suave, toda esa textura era lisa y húmeda, algo babosa que hacía que sus manos se sintieran resbaladizas.

Su curiosidad fue aún más palpable, y lentamente esa emoción vacía empezó a ser llenada por una extrema preocupación. Era un sitio obscuro, húmedo, envuelto con el aroma de Yoongi, y cada espacio que obervaba con su ojo sano le hacía saber que estaba bajo el cuidado de un alfa.

Era Yoongi, el chicle y mora solo provenía de él, y lo sabía. Pudo identificar un tercer aroma al dar una gran calada, y simplemente se trataba de aquel muchacho tan inofensivo que había sido encontrado a la deriva por su tripulación.

No lo podía creer, si el lugar en donde se encontraba era Yoongi, eso quería decir que estaba siendo apresado por uno de los inmensos brazos de Min en su forma animal. Aquello era...Indescriptible, un leve pánico se instaló en su pecho, sin llegar a pesar con demasía.

Con cuidado se colocó de pie, solo teniendo visibilidad con uno de sus ojos, porque si, lastimosamente parecía que su herida ya estaba en el punto de quiebre y que no habría vuelta atrás.

Aún la mitad de su rostro se sentía doloroso y punzante, envuelto en largos filamentos de sangre fresca y rastros de la seca.

-Carajo, debo salir de aquí..-  susurró con un poco de fatiga.

Empezó nuevamente a tantear en el lugar, buscando la manera de hacer que el tentáculo de Yoongi lo soltara, debía hacerlo ahora porque si esperaba a más se iba a terminar de convenser de que aquello no tenía sentido.

Porque era eso, no tenía sentido que lo soltara a sabiendas de que se encontraba a varios metros de altura, no había tierra y se encontraban a mar abierto, en medio de una lucha de alfas por el territorio.

Si Yoongi lo soltaba él moriría, entonces...¿Cuál era el maldito sentido? ¿Qué hay de lógico en querer salir de aquel escondite solo para terminar siendo aplastado?

Ante tales preguntas, todas esas ideas que abrumaron su mente, solo pudo llegar a arrinconarse en su propio sitio. Toda su anatomía se sintió temblorosa, y las pocas lágrimas que amenazaron con salir se mezclaron con su sangre.

Que jodido estaba todo.

Desde un principio nunca tuvo la intención de estar en una situación como aquella, nunca debió haber interferido con aquella pelea de hermanos, nunca debió de haberse quedado en el centro del huracán, pero aún así se insistió a sí mismo.

Quiso hacerlo, quiso proteger al alfa que en su momento llegó a verse vulnerable...

Llegó a verse tan inofensivo que ahora era difícil para Jimin comprender lo que estaba sucediendo.

Yoongi estaba intentando, con todas sus fuerzas, mantener a salvo a su omega. Intentaba alejar aquel tentáculo de los tientos de su hermano mayor.

Se movía sutilmente por los tentáculos que se enrollaban alrededor de su cuerpo, tratando de separarse y dar con uno de sus tentáculos de ataque justo a la herida que con suerte pudo hacerle con anterioridad.

Era la única manera de acabar con todo, y aunque le costaba tuvo que hacerlo.

Sumergió en su totalidad el tentáculo que mantenía protegido a Jimin, sabía que en algún momento el agua entraría por allí y que el oxígeno poco a poco iba a faltar.

Otra vez, era la única manera para que él tomara un impulso y se sujetara de su hermano mayor.

Inyeop soltó gruñido ensordecedor, un enorme grito que fue capaz de congelar a cualquier habitante en el mar y en la tierra. Hasta Jimin, tan hundido en las profundidades lo pudo escuchar.

Inyeop se estaba proclamando como el rey de los océanos antes de tiempo.

Y eso el Kraken Agust no lo iba a permitir.

Con uno de sus dos tentáculos de ataque enrrolló gran parte de dos de los tientos del alfa mayor, dirigió cada una de sus partes hacia el kraken frente a él. A cada movimiento que daba la marea lo acompañaba, como si la piedra esmeraldas estuviera a punto de cumplir con su función.

Muy en el fondo, el cuerpo humano y mortal de Agust, Yoongi, despertó con una intensa vibra de conmoción.

La piedra esmeraldas lució resplandeciente en la mirada de un Yoongi envuelto en el interior del Kraken verdoso, el humano estaba descansando en el corazón de la bestia.

El Kraken rojizo obscuro no lo pensó, dirigió todos sus ataques a la piel lastimada del menor, sin éxito alguno.

Se le terminaban las opciones y Yoongi lo sabía, Inyeop estaba siendo acorralado pasando de ser el cazador a solo una simple presa.

Agust tomó un impulso, y con una dureza firme dirigió su tiento de ataque hacia la herida que le había hecho. La punta de flecha de este mismo logró traspasar drásticamente el tejido, y el quejido monstruoso del Kraken de Inyeop se logró escuchar por todo el océano.

Siguió, una y otra vez, varias veces hasta que un líquido parecido a la tinta que producía salió dispersada por la herida abierta del Kraken rojo.

El cuerpo gigantesco y pesado de Inyeop fue herido con brutalidad, no lo suficiente como para matarlo pero si para que su cuerpo se debilitara, así fue siendo absorbido por una fuerza sobrehumana, proveniente del mismísimo mar.

Las gotas de agua, el mar envuelto en furia y el cielo proclamando grandes relámpagos que juraban lealtad a Min. Se suponía que la piedra esmeraldas te daba el poder y el saber de las aguas, te hacían tener control sobre ellas y en ese instante pudo comprobarlo.

Yoongi solo deseó que el mar se tragara a su hermano y que nunca jamás volviera a escapar de allí.

Logró herirlo en sobremanera y no había dudas de que Inyeop empezaría a pagar su condena desde ya.

 






























💛💛💛

Espero que les guste, perdón si ven algún error.

¿Qué les pareció?

¿Preguntas?

El próximo capítulo ya es el final, pero tranquilos kajjaakksa si hay epílogo, solo que muy pronto :3

No se olviden de comentar y votar, se los agradecería mucho ^^💓 se anda feliz porque el 25 sale Planet her owo.

Por cierto, el próximo capítulo va a tener un salto temporal, es corto pero igual aviso.

Tqm.

Sempai❤

Big Ole Booty...[Yoonmin]°[Libro #4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora