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A simple vista, Jaeger Amane parecía una drogadicta, era por las ojeras y su palidez o la clase de ropa que usaba, pero si algo había aprendido Yuuji era a no juzgar a las personas por su portada.

Amane era parte del club de ocultismo, con quince años, parecía saber mucho sobre el tema, era una persona particularmente minuciosa, pero en ocasiones, llegaba a ser amistosa y parlanchina.

Era extraño para Yuuji que Amane se la pasara pegada a él, durante el tiempo que había estado en la preparatoria Sugisawa, ella casi nunca se alejaba de él en el tiempo destinado a las actividades escolares, iban en la misma aula.

Cuando le preguntó por qué no se alejaba, la respuesta le dejó algo incrédulo.

—Por qué cuando tu estas conmigo, los fantasmas no se acercan.

—¿Eh?

Aquel día, Amane le había confesado su pequeño secreto, podía ver fantasmas, maldiciones y otras cosas paranormales, claro que desde ese día pasaban más tiempo juntos, se volvieron cercanos, Yuuji descubrió que ella era una persona realmente considerada, pero sobre todo, solitaria, su familia había muerto un año atrás y vivía sola.

—Vamos a empezar.

—¿Están seguros, Sasaki-san... Iguchi-senpai?— balbuceo Yuuji.

—Bueno... Ya se verá que pasa— mascullo Amane.

—¡Bien, aquí vamos!

—Espíritus ¿Cual es el animal más débil al que el presidente no podría vencer?— preguntó Yuuji.

El puntero comenzó a moverse.

—¿Ángel de Mar?

Los tres empezaron a reír con fuerza mientras la azabache aguantaba la risa.

—¿¡Le gana un ángel de mar!?

—¡Que debilucho!

La puerta se abrió.

—¡Club de ocultismo!

—¿Que pasa, presidente Plancton?

Amane contuvo la risa junto a Sasaki, esta palmeo la espalda ajena para calmar las risas.

Aquel hombre dejó un papel sobre la mesa, los cuatro integrantes comenzaron a leer el aviso.

—Los clubes sin actividades reales deben dejar sus salas ¡Larguense de una vez!

—No deberías subestimar a nuestros miembros, presidente— mencionó Yuuji.

Sasaki sacó un libro de pasta amarilla de la estantería.

—¿Que es eso?

—Sabe que clausuraron la cancha de rugby hoy ¿No?

—Si, luego de que todo el club de rugby terminará en el hospital.

—¿No le parece extraño?— cuestionó Sasaki —¡Los jugadores son tipos rudos! De hecho, muchos de ellos dijeron que oyeron ruidos extraños antes de enfermarse y descubrimos que en este periódico de hace 30 años se habla de la desaparición del obrero Yoshida, cuyo último paradero conocido fue la construcción de esta preparatoria, como tenía problemas financieros pidió varios préstamos y varias organizaciones iban tras él ¡En otras palabras, el desastre del campo de rugby es obra del Espíritu vengativo de Yoshida que fue sepultado ahí!

Iguchi y Yuuji le hicieron segundas al abrir los brazos al igual que Sasaki, Amane soltó una risilla.

—No, había garrapatas.

N O R O I - Itadori Yuuji / Sukuna x Female Reader!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora