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"Primer encuentro".
Dia 2. Casualidad/Chocolates
Aquel joven rubio se encontraba emocionado, unas ligeras ojeras adornaban su rostro, confirmación del hecho de que se desvelo un poco por preparar aquellos dulces chocolates.
Es verdad que el día de San Valentín era mas normal ver a la chicas regalar chocolates, ya sea a algún familiar, amigos, pareja o incluso para declararse, el día en que los hombres entregaban chocolates era el catorce de marzo, un mes después.
Pero poco le importaba aquello a Sanji, este día le haría saber a Nami sus sentimientos.
. . .
Ingreso contento al salón y sin borrar su gran sonrisa se acerco hacia su mesa banco compartido con su rival —mejor amigo, pero eso nunca lo admitirá—, abrió sus ojos en grande y su sonrisa desapareció, al ver como el peliverde comía tranquilamente unos chocolates de galletas —sus favoritos, la persona que se los entrego, esta mas que claro que se le ha confesado, pero el cabeza de musgo es demasiado idiota para haber notado aquello de seguro—.
—¡Cabeza de musgo! ¿Quién te ha regalado aquellos chocolates? —cuestiona casi lazándose encima de la mesa, el peliverde le miro con el ceño fruncido.
—La cuatro ojos.
¿Cuatro ojos? ¡Oh por todos los cielos!
—¡¿Tashigi-chan?!
—Aja. —asintió sin interés alguno el contrario, tomando otro de las bolas de chocolate para llevarla a su boca y comerla con una ligera sonrisa. — No se me ha confesado, si es lo que crees cejas de sushi. Me lo dio como agradecimiento, porque le ayude a entrenar en el club de kendo.
Sanji asintió convencido con aquello, se levanto de la mesa y coloco ahí su mochila, tomo asiento tranquilamente, hasta que se congelo. Con una sonrisa demasiado exagerada se giro a mirar al menor por unos cuantos meses.
—Tu nunca ayudas a nadie a entrenar, y mucho menos si se trata de kendo.
