jaemin knows... [renmin]

| VIII |

RenJun y JaeMin: 27 años

JaeMin despertó y observó al amor de su vida acostado, descansando a lado suyo. Respirando con normalidad. Su flequillo recaía en sus ojos. El aire que entraba por las ventanas detonaba en sus cabellos, haciéndolo ver de lo más perfecto.

Aún cuando las persianas estaban extendidas y la habitación lucía casi a oscuras.

Con una de sus manos, acarició el rostro del individuo enfrente suyo, mirando a detalle cada hermoso lugar de su faz.

RenJun se removió en su lugar ante el toque y JaeMin rio por su torpeza, no quería despertarlo, aún era un poco temprano.

RenJun abrió uno de sus ojos y observó a JaeMin. Se colocó de lado aún recostado y abrió ambos ojos.

—Lo siento —musitó— ¿Te desperté, mi vida?

—No, desde hace rato que siento que me estás mirando, ¿No te cansas de mirarme?

—Sabes que no. Si hubiera algún empleo que se tratara de mirarte todo el día estaría dispuesto a trabajar por ello.

—Cursi. —sonrió y escondió su rostro en las sábanas.

—Ren, amor —intentó quitarle la sábana, fue imposible—. El resto de mi vida me dedicaré a decirte las palabras más bonitas que tal vez no desees escuchar, no te escondas.

—Me encanta escucharlas —susurró saliendo de las frazadas—, me encanta escucharte decir que me amas, es solo que me duele.

—¿Qué te duele, bebé? —acunó su rostro con una de sus manos.

—Me duele no poder expresarme igual. Es decir, te amo y lo sabes más que nadie pero... Yo no puedo sacar mis palabras así como tú lo haces y... Te tengo envidia.

—Eso no importa, lo único que busco es que sepas todo lo que pasa por mi mente cada que te veo. —esbozó una sonrisa y besó la frente de RenJun.

—¿Ah sí? —JaeMin asintió—. ¿Qué pasa por tu mente ahora?

—Mmm, no lo sé —hundió su rostro en el cuello de RenJun y lo besó—. Tal vez amordazarte con las manos esposadas. —rio y lamió el mismo lugar. RenJun se aferró al cabello de JaeMin mientras cerraba sus ojos y arqueó su cuello en busca de más.

—Eres un sucio.

—Te gusta... —detuvo lo que hacía para posicionarse entre las piernas del chino.

—Obvio, JaeMinnie.

—Eres de lo más hermoso, una escultura. —besó el pecho y vientre de RenJun.

—N—no... —soltó un quejido y atrajo a JaeMin para besarlo, profundamente enamorado y hechizado por las caricias del coreano.

—Mmm sí —mordisqueó su labio inferior y bajó los besos hacia su mandíbula y cuello, en el cual se dedicó a dejar marcas y besos llenos de dulzura—. Soy tan feliz. —volvió sus labios a los de RenJun para besarlos con más rudeza.

Se separó tan solo para mirar detenidamente a RenJun, quién acarició sus cabellos y rostro con delicadeza.

—Después de todo, me elegiste como tú esposo. Tuviste una buena elección. —volvió a besarlo y JaeMin rio en medio del beso y asintió. Dejó un pico más en los labios y en su nariz.